Que el joven Canales, cántabro que está demostrando poseer un gran talento a la hora de definir, haya fichado por nuestro Club es una buena noticia la cual aplaudo. Una apuesta a medio plazo de las que me gustan, jugadores españoles, jóvenes y con gran proyección. Ha debutado ya en primera división y en esta categoría seguirá haciéndose hombre, futbolísticamente hablando.
El fichaje tiene la opción de estar cedido al Racing uno o dos años. También se puede leer en los medios que se estudia la posibilidad de que se incorpore en verano. Lo ideal, desde mi humilde opinión, sería traerle en la pretemporada para ir tanteando como se desenvuelve entre las grandes figuras que tiene el Madrid y como sobrelleva el revuelo mediático que envuelve el entorno madridista. Seguro que es una experiencia que le vendría muy bien. Esto sólo sería un paso más en su formación. A finales de agosto de vuelta a Santander a cumplir una temporada en el Sardinero, fajándose con las defensas del fútbol español. El año siguiente habría que ver en que punto está el asado para saber si se puede servir a los exigentes comensales o si hay que dejarlo que se hornee un poco más.
Pero sin meternos en suposiciones que irán confirmando o desmintiendo el propio curso de los hechos, a día de hoy me parece que la gestión está bien llevada. Y es que parece que los que hace menos de un año lo hacían todo mal, nada bien, han dejado una pequeña ruta de estilo, en lo puramente deportivo, que ha recogido la actual Junta Directiva o el departamento técnico, no sabría decir cual de los dos. Pero si en el anterior periodo don Ñoflas Pérez con su profeta, J. Valdano, mareaban a los jugadores de la cantera de un equipo a otro en interminables cesiones hasta que éstos terminaban los contratos que les ligaban al Club y se iban gratis, Pedja Mijatovic dio un giro en esta política. Se fue a que los jugadores de la cantera, si no daban beneficios deportivos, al menos que sí los diesen económicos. Se acabaron las cesiones sin sentido. El caso Jurado fue mi criticado a priori cuando se le vendió al Atleti con una opción de recompra en los dos años siguientes por un millón o dos, no recuerdo exactamente la cifra, más de lo que pagó el Club colchonero. Pronto de vio que fue un buen movimiento, el cual jamás se reconoció, ni con Jurado, ni con múltiples jugadores de cantera con los que se hizo. Hoy sí se valoran estos gestos como si fuesen obra de Valdano o Pardeza o de quien sea mientras esté a la sombra de Florentino.
Esa política a la larga dio más beneficio económico. Te asegurabas una caja. En caso de que algún jugador explotase te lo podías volver a traer al mismo precio. Casi se podría decir que el pico de más que se paga es por los gastos de formación. Si luego el jugador se queda en lo que Jurado, por poner un ejemplo, el Club ingresa unos millones que vienen muy ricos. Esto mismo han hecho con Negredo y se ha vendido como una gran operación. Que lo es. El Madrid ingresa 15 millones, que no es una propina, y si Negredo se destapa como un gran goleador no hará falta pagar cifras estratosféricas. Viene casi por lo pagado por el Sevilla. Si se queda en una medianía, con 15 millones se pueden hacer muchas cosas.
El caso Canales es similar. Ya lo hizo el equipo capitaneado por Ramón Calderón en el asunto Garay. Te aseguras a un chico joven, que ya empieza a demostrar cosas y con gran proyección. Tal vez muy tierno en estos momentos para el Madrid, pero si lo dejas que se haga un poco más o bien te lo quitan o tienes que pagar cuatro veces más de lo que te gastas ahora. Pues lo compramos a buen precio y le dejamos en el Club donde se ha formado y está rindiendo para que siga subiendo peldaños a nivel profesional. A esto se le llama ceder jugadores con cabeza. Pero tampoco es obra del Ser Superior, aunque algunas portadas pongan el FICHADO con el gepeto de este empresario.
Este tipo de diferencias, en lo deportivo, respecto a la etapa anterior del señor Pérez, las acojo con sumo agrado porque es una política que antes era impensable ver dentro del “Zidanes y Pavones”. Fichar jugadores jóvenes y españoles, ¡qué pecado!, era algo que jamás se hubiese podido imaginar. Este es el motivo por el que aplaudo el fichaje de Canales y la gestión del mismo.
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