domingo, 25 de diciembre de 2011

Cuando no había rojos...

...balones, me refiero.
RMCF-Las Palmas.

Una Navidad sin su Torneo, ya no es lo mismo

En estas fechas bañadas de nostalgia, recuerdos, buenos propósitos, etc, etc. es imposible no recordar ciertas tradiciones, que a fin de cuentas es lo que mantiene la identidad de una sociedad, da sentido al ser humano y a fin de cuentas, estas fiestas, son fruto de dichas tradiciones. Unos por fines religiosos, otros porque nacimos y crecimos con ello y nos sentimos identificados con ciertos hábitos. Pero el rumbo de deshumanización que ha tomado el orbe se ve afectado a todos los niveles.

Toda esta reflexión trascendental y de tan magnos niveles podría llevarme a escribir folios y folios. Pero como aquí lo que nos ocupa es otra cosa, más simple pero a fin de cuentas influida por el ritmo de los tiempos, a donde quiero ir a parar es a recordar al ya desaparecido ‘Torneo de Navidad’. Era un amistoso. Sin embargo lo romántico de estas fechas y el nivel de los equipos que solían acudir (exceptuando las últimas ediciones) hacían de este encuentro desenfadado y sin título oficial mediante, de un bonito espectáculo en el que se veía que los jugadores disfrutaban, sin olvidar de que querían ganar. El prestigio es el prestigio y este torneo lo tenía. Además solían cruzarse dos equipos a los que no gustaba perder.

Si me paro a recordar mis navidades infantiles es imposible que mi cerebro obvie las tardes sentado en el sofá frente a la televisión mientras movía la cabeza de un lado a otro para sortear a la abuela, la tía, el primo de turno… que se interponía entre la tele y yo. Tras cargarse el Torneo intentaron reinventarlo en un partido de pretemporada en el mes de septiembre, donde se disputó una única edición en el Palacio de Vistalegre frente al Lietuvos Rytas. Fracaso rotundo, cómo no.

En fin. Tradiciones que se pierden y que no volverán. Bueno es recordarlo.

sábado, 24 de diciembre de 2011

¡FELIZ NAVIDAD!



Los porqués del actual periodismo deportivo

Puedo prometer y prometo que no tengo ningún primo, cuñado ni tío del pueblo que escriba en el magazine on-line de donde extraigo este artículo. Sé que últimamente estoy un poco pesado con este rincón web, más cuando no me gusta casarme con nada ni nadie, así te ahorras posteriores desilusiones y más si se trata de ‘juntaletras’. Pero como bien es cierto que últimamente me siento identificado con lo que aquí leo, también veo de justicia que si critico y descargo mi ira sobre lo que no me gusta, alabe y reproduzca lo que trae conceptos e ideas que comparto y de las que hablo en TRADICIÓN1902 a menudo. El título ya os hará imaginar de qué trata. Así que no me entretengo y os dejo con la redacción de Isaac Ramos para jotdown.es.

La parasitología, esa rama de la biología que se presume tan fascinante como repulsiva, tiene entre sus numerosos objetos de estudio uno especialmente llamativo para nosotros los profanos. Uno de esos que resultan carne propicia de documental de La 2. Nos referimos al Leucochloridium paradoxum, un gusano parásito cuyo ciclo vital se basa en una curiosa habilidad para “controlar mentes”. Es cierto que son sólo mentes de caracoles y no las controla exactamente, sino que daña la capacidad de estos moluscos para distinguir la luz haciéndolos por ello más proclives a permanecer en zonas donde se vean amenazados. A su vez, toma posesión de alguno de sus tentáculos para hacerlos semejar con movimientos y vivos colores a algo parecido a una oruga. Expuestos y tentadores, los convierte en comida fácil para cualquier pájaro, en el medio perfecto para conseguir llegar a un huésped mayor. Una vez en el sistema digestivo del pájaro en cuestión, el parásito se reproduce y sus huevos son expelidos al mundo a través de los excrementos del ave, esos que serán consumidos de nuevo por los caracoles para de esta manera completar el ciclo.

Es cierto que la parasitología no trata como caso a investigar el actual periodismo deportivo, pero atendiendo al ejemplo del Leucochloridium paradoxum bien podría. Porque viven del deporte, perdón, del fútbol -y si acaso de algún deportista español de éxito-, se expanden básicamente a través de toda la mierda que puedan sacar de él (polémicas, confrontación, sensacionalismo, glorificación de lo anecdótico…) para que, de esta manera, sea consumida por la masa poco crítica o directamente descerebrada. Apelando así a sus más bajos instintos serán fácilmente manipulados para que continúen alimentando el gran negocio en que se ha convertido el fútbol de hoy día. Un ciclo perfecto. Parásitos dignos de estudio.

Aquellos años de lo escaso pero honrado
Probablemente esté de más decir que el periodismo deportivo no siempre fue como es ahora. Aquellos que comenzamos a interesarnos por el deporte en la década de los noventa o anteriores reconocemos con cierta nostalgia una época donde con matices y excepciones (siempre las hay) primaba el ejercicio periodístico honesto, el criterio, la profesionalidad del que responde a un código deontológico. Una época donde lo que más importaba era la información, la buena información como premisa vocacional. Cuando Marca era un ejemplo de calidad a niveles internacionales (por especial atención al Real Madrid que tuviera), las secciones deportivas de los telediarios se ceñían a lo que realmente importaba y El Día Después era un programa de culto. Un escenario donde una noticia sobre tenis o ciclismo podía ser portada con total normalidad y los periodistas en su mayoría eran individuos cercanos al anonimato que aceptaban su posición tras la noticia y no dentro de ella. Las ventas dependían de lo que debía contarse en vez de limitarse a publicar lo que más vende.

No todo era tan maravilloso, es cierto. Principalmente porque el volumen de información era mucho más limitado que en la actualidad. Los pocos periódicos o revistas especializados que encontrabas en el kiosco o lo que se escuchaba en los programas nocturnos de radio era básicamente la única forma de permanecer informado. Seguramente también fuera por ello por lo que la profesión se tomaba su trabajo con mucha más responsabilidad y vivía en permanente deuda con la verdad. El bien era escaso y había que cuidarlo.

Entonces, con el nuevo siglo, llegó internet; para hacernos más libres, para ofrecernos al segundo toda la información, opinión y discusión que pudiéramos soñar, para arruinar el periodismo irremediablemente.

El nuevo periodismo, el que no necesita periodistas

Hablar sobre todos los males del periodismo deportivo actual es de forma inevitable hacerlo de muchos de los males que acucian al periodismo en general.

Los avances que nos ha proporcionado internet en los últimos años son abundantes. Entre ellos destaca especialmente su desarrollo como medio de información instantánea. El suceso, en cuanto ocurre, se comunica y extiende por la red desde múltiples focos con suma velocidad (especialmente desde la irrupción definitiva de las redes sociales), lo que acaba por provocar que la inmediatez prime sobre la calidad. La información como tal deja de resultar potestad de unos pocos periodistas que monopolizan su transmisión a través de unos contados medios como en las anteriores décadas. Ahora los profesionales pasan a ser, en el mejor de los casos, un simple canal rutinario porque basta uno solo de ellos conectado con la fuente para que cualquier consumidor sea capaz de acceder a ella. Si incluso los portales de noticias pierden eficacia como medios de información genuina centrándose en copiar lo que algún otro ya ha dicho en otro lugar, el periódico del día siguiente alcanza para muchos carácter de auténtica reliquia. Ante una situación donde lo informativo ya no es un rasgo de exclusividad periodística, especialmente en lo resultante al deporte donde el marco es más reducido y la mayoría de lo noticiable está previsto con fecha y hora, el mercado de la opinión comienza a hacerse vital. El periodismo, y en el caso que nos ocupa, el deportivo, continúa sirviendo para informar pero con una preponderancia de lo valorativo. El periodista ya no se limita a contar lo que pasa, también cuenta lo que le parece. Los medios deportivos pasan a convertirse en empresas de opinión.

Nace un monstruo del que vivir

El deporte, a través de las últimas décadas, ha ido progresando como forma de negocio hasta convertirse, primero mediante la televisión, y en los últimos años también gracias a internet, en el escenario publicitario ideal para todo tipo de empresas. Un verdadero catalizador económico. Punta de lanza del nuevo capitalismo que ha acabado por convertir a equipos y jugadores en marcas con enormes fuentes de ingresos. Las nuevas estrellas del rock. El periodismo deportivo, siempre dependiente, ha ido paralelamente aumentando también su influencia sintiéndose legitimado a exigir su parte del pastel para acabar convertidas a su vez en meras empresas subsidiarias del deporte. Esto, cambiando deporte por política, también podría hacerse extensivo al periodismo generalista.

Porque, efectivamente, el periodismo ha pasado a ser fuente de opinión pero, sobre todo, opinión como recurso básico de una actividad empresarial. Los diarios, televisiones, radios…, cualquier medio de comunicación tiene como misión maximizar beneficios. Hay que ganar y hay que hacerlo vendiendo noticias y opinión sobre las mismas, pero en tal tesitura de agresiva competencia empresarial deben buscarse mejoras de productividad a toda costa, aunque muchas acaben atentando contra los principios básicos del periodismo. Uno de los pilares básicos es la obsesión de ciertos medios en adaptar su línea editorial a un colectivo concreto, a una determinada ideología, o en el caso del periodismo deportivo a un equipo con un gran número de aficionados. Para que esta resulte efectiva deban manipular la información con un barniz valorativo, perpetuando una perspectiva interesada, para que esa audiencia potencial lea lo que quiere leer y oiga lo que le quiere oír, independientemente de cuanta verdad resida en ella.

El deporte, como simple espectáculo, como forma de ocio que el negocio ha llevado a la hipertrofia, ha posibilitado que el periodismo que lo cubre se frivolice y pervierta hasta niveles solo equiparables al del periodismo del corazón, explotando métodos de productividad sin límites, sin escrúpulos.

Guerra deportiva y prostitución intelectual
No podíamos imaginarlo entonces, pero el día de la bestia fue aquel 2 de Julio de 2007, cuando un señor recién pintado por El Greco, y anónimo para la mayoría, era nombrado director de Marca tras la compra del Grupo Recoletos por parte de Unidad Editorial. Eduardo Inda estaba destinado a liderar una transformación del periodismo deportivo escrito que llevaría a corromper los principios más básicos del mismo a cambio de rendimiento económico.

No lo hizo sólo, qué duda cabe; directores y redactores del resto de periódicos deportivos del país se sumaron a la causa, pasando a convertirse definitivamente en aparatos propagandísticos de F.C. Barcelona y Real Madrid. Aprovechando la lucha de gigantes que sometía al fútbol que dividía a España a niveles deportivos pero también políticos. Era la guerra, perfecto escenario para intereses bastardos. Para que cada periódico defendiera con todas las armas necesarias al equipo del que vivía. Para hacer caja con los sentimientos de los aficionados, especialmente del sector más exaltado.

Portadas convertidas en banderas de un club, en cañón contra el enemigo, en la mejor tira cómica posible para el aficionado crítico o neutral. Otrora periódicos ahora convertidos en teletiendas de pijamas, tazas y plumíferos con escudo. Noticias manipuladas, titulares descontextualizados, polémicas baratas, anécdotas convertidas en noticia; todo ello para la exaltación del equipo propio y el disparo contra el rival. Los rumores sobre fichajes que nunca se producen como placebo de ilusión y las conspiraciones victimistas como kleenex del desahogo en la derrota; métodos de venta asegurada. Webs cuyos ingresos publicitarios se basan en el número de clics sobre las noticias publicadas y donde por tanto un titular sensacionalista que lo posibilite es lo único que importa, aprovechando así el secreto de que indignar atrae mucha más atención que contribuir. Haga clic aquí para dar salida a su espíritu de incredulidad o denuncia, pero haga clic.

En síntesis, el deporte esclavizado y el periodismo prostituido como forma de negocio.

La caja imbécil
Por desgracia no sólo el periodismo deportivo escrito se degradó persiguiendo rentabilidad económica, el audiovisual también aprovechó el mantra televisivo del “todo por la audiencia” para sacar tajada de tan suculenta presa. Incluso desde espacios hasta entonces de naturaleza discreta y formal.

Las secciones deportivas de informativos conocieron con la irrupción de Los Manolos en el telediario de sobremesa de Cuatro el fin de su condición seria y concisa. Con vocación de pequeño circo y métodos propios de los programas del corazón (Aquí hay tomate) ha venido trivializando la información deportiva para hacer de la chanza, el video de Youtube y el reportaje sensacionalista cebos para una audiencia más amplia que no tiene por qué estar verdaderamente interesada en el deporte. En mayor o menor medida es un tratamiento de la información deportiva que se ha ido extendiendo por telediarios de otras cadenas para conformar un paisaje de frivolidad conectado a otro de supuesta seriedad. El deporte como vulgaridad. Más que nunca como opio del pueblo.

Por otra parte, las madrugadas llevaban siendo franja deportiva desde épocas remotas en las que José María García metió los transistores en las camas, pero curiosamente ningún programa deportivo había fructificado en televisión a esas horas. Así fue hasta que llegó Punto Pelota, espacio de tertulia encendida, hija de la peor Crónicas marcianas y hermana deportiva de esa cumbre de la telebasura llamada Sálvame. El programa líder de Intereconomía erigido sobre el monotema Real Madrid contra F.C. Barcelona, viene a ser un híbrido entre discusión a gritos salida de cualquier tasca, el maratón de polémicas donde el deporte es solo un trasfondo y el teatrillo con personajes representando siempre el mismo papel. El engendro perfecto que mejor simboliza la degeneración del actual periodismo deportivo, centrado en remover los más bajos instintos que todo ser humano posee y especialmente el odio al contrario.

Flores en el vertedero
La mutación del deporte como auténtico monstruo económico y mediático lo ha plagado de malformaciones y parásitos, pero también ha posibilitado una cobertura de amplitud sin igual para regocijo de los verdaderos amantes de las muchas modalidades deportivas. No todo puede ser negativo cuando las televisiones ofrecen más acontecimientos deportivos que nunca y con una calidad de imagen nunca vista, cuando hay canales dedicados exclusivamente al deporte cubriendo desde torneos de tenis a mundiales de patinaje pasando por combates de boxeo o campeonatos de natación. No puede serlo cuando internet potencia la pluralidad y el diálogo y, si se busca bien, aún quedan periodistas íntegros e interesantes -más de lo que parece, aunque haciendo menos ruido- a los que seguir como la extensión perfecta a nuestra pasión deportiva.

Sin duda la red, con su profusión de foros donde los seguidores de cualquier deporte han podido intercambiar material y opiniones como forma extraordinaria de enriquecimiento y la expansión del formato blog que le ha dado voz a gente anónima pero con mucho y bueno que decir, ha cambiado para mejor el ecosistema del deporte. El acceso a información y opinión de calidad de medios extranjeros o de periodistas españoles concretos que dignifican la profesión, tales como Gonzalo Vázquez, Axel Torres, Santiago Segurola, Rubén Uría, Ramón Besa, Martí Perarnau y tantos otros, constituyen un fructífero terreno para los exiliados del manicomio más mediático.

En el fondo todo el conflicto parece fácil de explicar, y es que salvo estas excepciones comentadas donde la profesionalidad prevalece por encima de todo, lo gratuito o barato, por naturaleza, difícilmente puede ser bueno de veras. Los medios deportivos que permiten el acceso gratuito a su servicio se pliegan a llegar al mayor número de gente para sacar el más alto beneficio económico por publicidad aunque para ello haya que vulgarizar al máximo el contenido. Por contraposición los canales de pago como GolT o Canal Plus ofrecen una cobertura deportiva notable, como la ESPN en Estados Unidos o, en otros ámbitos, la HBO produciendo las mejores series de televisión. ¿Es concebible una web deportiva de pago aunque sea parcialmente? ¿Un periódico con un tratamiento imparcial de la información que tenga ventas suficientes para su subsistencia? ¿Es realmente posible otro periodismo deportivo de éxito? Son cuestiones de difícil respuesta, pero mientras alguien se decide a darles solución muchos seguiremos comprobando con lástima el maltrato deportivo de los grandes medios mientras nos recluimos en nuestros rincones de culto minoritario. Al fin y al cabo, más allá de todo aquello que lo rodea, el juego sigue siendo lo verdaderamente importante.

lunes, 19 de diciembre de 2011

sábado, 17 de diciembre de 2011

Esperanzas infundadas

A raíz de la entrevista realizada a Vicente del Bosque en jotdown.es, se me pasaron por la cabeza distintas conclusiones. Algunas las comparto aquí, otras en otra entrada que tengo a medio construir. Son vagas esperanzas las que tiene uno, pero cuando encuentra una señal, por pequeña que sea, es lógico ilusionarse por pensar que alguna vez puedan cambiar las cosas. Os dejo dos de las preguntas de la entrevista. Para leerla completa arriba tenéis el enlace:

No se trata de vivir de rifas, pero sí hay un maltrato al hincha con los estadios llenos de palcos exclusivos y el precio de las entradas. Ir al fútbol se está convirtiendo en un consumo de lujo.El fútbol es una gran industria, parecía que la llegada del marketing no iba suponer un encarecimiento de las entradas pero ha sucedido. No es nada bueno pero claro, hay grandes contratos y todos los espectáculos a los que vayas valen dinero; y el fútbol, sin perder su esencia de deporte, lo es.

La dimensión que ha alcanzado el fútbol no se contempla sin las clases menos pudientes para las que ahora es difícil ir al estadio.Sí, sí, aunque imagino que para el que es socio y hace sus previsiones de todo el año no sé si es tan gravoso, lo que sí se ha puesto desorbitado es el precio de una entrada para un partido. Para el socio creo que entra dentro de lo tolerable a pesar de las dificultades de todo el mundo. Cuando hablo de la balanza del fútbol hablo de la parte deportiva, pero la crisis se está notando mucho. El Salamanca, por ejemplo, atraviesa una grave dificultad. Se han perdido sponsors y la crisis inmobiliaria también le ha afectado por presidentes que se dedicaban a ello.


Lo primero que me satisfizo fue leer las cuestiones que plantea un ¡periodista! Sí, Ladislao Moñino, el mismo con el que tuvo un cruce de declaraciones Mourinho y que aceptó las posteriores disculpas del portugués, ha sido capaz de preguntar sobre el coste que supone ir a los estadios y mencionar el fútbol en términos populares. Al no ser común estas cuestiones y menos de la gente que está metida en el negocio (porque los periodistas son unos stakeholders más de la “empresa fútbol”) no dejó de llamar mi atención y aceptarlo como un pequeño oasis en esta sin razón capitalizada en la que se ha convertido el deporte.

Hay que aferrarse a este clavo ardiendo cuando lees la respuesta del seleccionador, que nos vuelve a poner los pies en el suelo. En su tono tenue y de querer agradar a todos, las palabras del salmantino recuerdan a aquellas de Luis Aragonés en el programa de “Tengo una pregunta para usted” en RTVE. “El sabio de hortalizas” dijo que el fútbol respondía a la ley de la oferta y la demanda. El tiempo quita la razón a la gente que tiene este argumento porque el fútbol gasta más de lo que genera, por lo tanto de lo que se demanda. Entonces ¿falla el capitalismo? No voy a entrar en estas cuestiones aquí, pero tal vez la situación económica europea y mundial sea la respuesta. Algo de cierto habrá en que bien no se hacen las cosas si leemos el editorial de Alfredo Relaño de hoy. Viene a decir que el fútbol en abierto está sentenciado porque cuesta más de lo que genera. La solución que plantean no es, como sería lógico según entiende mi mediocre lógica, pagar acorde los ingresos. No. Se cierra todo y el que quiera verlo que pague.

También ponen de manifiesto estas cuestiones los distintos y distanciados mundos que viven los que tienen un poder adquisitivo alto y los que no. Cuando dice el Marqués que las entradas para un partido son caras pero el abono no es tan gravoso, según con que perspectiva se lea la respuesta. Si se refiere a cuanto sale cada partido al sacarse el abono en comparación con el precio de las taquillas cada fin de semana, sí, no le falta razón. Pero a los socios, al menos del Real Madrid, cuando llega el mes de julio y toca renovar la cuota, según las circunstancias personales que esté viviendo el interesado, le podrá resultar más o menos complicado. Conozco casos en que sí lo son. Pero la realidad, se gane lo que se gane, es que baratos no son.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Bendita irracionalidad

Tras un duro fin de semana en cuanto a madridismo se refiere, una frase que leí a un conocido explicaba a la perfección mi estado moral hasta el martes por la mañana “…como cuando un bebé se queda dormido plácidamente después de berrear”, decía más o menos. El plomo se apoderó de mis pies fijándome bien al suelo por el que levitaba el viernes noche y sábado por la mañana.

Antes de acceder a mi localidad en el Palacio de los Deportes para el Derbi del domingo, compartía impresiones con un amigo entre cerveza y cerveza, cubata y cubata. Más allá del análisis futbolístico mostrábamos nuestro padecer, más que parecer, de los distintos resultados. La conclusión es la que he expresado aquí muchas veces ¿realmente merece la pena sentir así esto?

Buscas en lo más profundo de la razón y es ciertamente complicado darle una explicación lógica y razonada. Supongo que a muchos de los que leéis esto os habrá costado alguna vez explicar a otra persona que nos miran como “locos” lo que sentimos, como lo vivimos, el por qué de ciertos rituales, alegrías o decepciones.

Tras un lunes evitando por todos los medios la prensa, rehuyendo de las tertulias deportivas y acordándote de la familia del graciosillo de turno que nunca te habla hasta que pierde el Madrid, llega el martes por la tarde, 48 horas después de la segunda estocada, 72 de la primera, y te das cuenta que el ‘gusanillo’ vuelve a fluir en tu interior, la cabeza empieza a divagar y te entran unas ganas terribles del partido de vuelta en el Nou Camp. Incluso de que el bombo de la Copa me dé una alegría y nos los crucemos cuanto antes.

Algunos lo llamarán masoquismo. Yo lo veo como una condición sine qua non del madridista. Incluso del español si se me apura. En los 80 tomé conciencia del mundo y del Real Madrid y esa sangre combativa que veía en el campo y en la grada sigue latente en mis venas. Aún recuerdo cuando una persona muy allegada a mí, cuando yo no levantaba dos palmos del suelo, jugaba conmigo a las peleas, me inmovilizaba y me preguntaba “¿te rindes?”. La primera vez dije que sí. Sólo una. No volví a repetirlo. Me enseñó una frase que no olvidaré y que ha formado parte de mi carácter recordándola día a día ante distintas situaciones adversas: “¡NUNCA JAMÁS!”.

No entendería un Real Madrid acomplejado, rendido, con la rodilla clavada en el suelo. Me niego. Ese no sería mi equipo. No tendría sentido. Es más, me gustaría estar presente en la ciudad Condal, en el Orinal de Las Cortes, para sufrirlo en vivo y en directo. Sentir el sabor de la victoria en territorio enemigo tiene que ser un plato exquisito de paladear. No sé si será posible mi presencia por aquellas, pero intentarlo lo intentaré.

Ganar o no es otro cantar. Pero avanzada la semana, con certeza sé que compadezco a quien no vive así este mundo o en este mundo. En ciertas ocasiones la irracionalidad, si no se acompaña de bajas pasiones, conduce a la locura. Y como dijo aquel protestante de tierras “infieles”, la locura merece un elogio.

¡HALA MADRID!

martes, 13 de diciembre de 2011

Fotos Derbi

Estudiantes-Real Madrid. Diciembre 2011.

BERSERKERS


DEMENCIA


Fotos obtenidas de la web: http://www.agencialof.com/

lunes, 12 de diciembre de 2011

Al menos ganó el Castilla

Y es que el que no se consuela es porque no quiere. Sí, el Castilla ganó y me alegro. Pero si el viernes, cuando estaba alterado ante lo que se avecinaba, me dicen que nos van a mojar la oreja en el Clásico y en el Derbi, sobre todo en éste último, pienso que es una broma de mal gusto que por supuesto quedará ahí. Pues no. Lo de ayer sí fue de traca. Un equipo que es candidato al descenso nos ganó remontando un marcador bastante a nuestro favor con un segundo tiempo para olvidar en ataque y con una defensa que no se puede analizar porque no existió. Sobre baloncesto llevo tiempo queriendo expresar como lo veo porque nunca fui optimista con la gestión de este año pese a los bolos que se han marcado Rudy e Ibaka. Deseaba que se fuesen ya que quería ver las opciones reales de nuestro equipo y conocer de verdad hasta donde podemos llegar. Ahora es ventajista decirlo más cuando sólo se ha disputado un partido sin los NBA, pero la realidad es la que es y nuestro equipo está en un segundo escalón respecto a los aspirantes al título en España y Europa.

El equipo tiene jugadores interesantes. Yo estoy encantado con el mormón, Carroll. Pocius empezó bien con un gran partido en la Supercopa pero se ha mostrado irregular alternando grandes actuaciones con algunas bastantes lamentables. Los pívots que tenemos si les ponemos un pivón en bolas delante de ellos seguro que ni reaccionan. La producción de horchata se ha disparado con la llegada de Tomic y Begic. El primero mucha calidad pero la cara de bobo delata el ímpetu que emplea sobre el parqué. El segundo, bueno, nunca se le vio un primer espada, no le vamos a cargar a él todas las culpas. Desde mi humilde opinión y sin ser ningún experto en baloncesto, la salida de D’Or Fischer fue un error importante.

Llull sigue en su línea; mucho coraje con actuaciones más o menos acertadas. Pero su lucha no se puede discutir. Felipe está de capa caída, aunque siempre hay que agradecer la furia que derrocha defendiendo nuestra camiseta y lo grande que ha sido. Y el puesto de base es otra de las lagunas del equipo. Sergio Rodríguez nunca fue de mi agrado. Su fichaje fue incomprensible y si bien últimamente ha encadenado buenas actuaciones no espero que nos guíe hacia una Final Four, por ejemplo.

Rudy Fernández ya ha cruzado el charco y sin duda que se le extrañará. Si era necesaria esta pantomima que se ha hecho en Europa con el ‘lockout’, y en concreto en el Real Madrid, para que el año que viene sea jugador nuestro de pleno derecho, bienvenido sea. Pero ya hay voces que dicen que con la desbandada en Dallas Rudy gana enteros como jugador clave este año y en verano sería agente libre, por lo que subiría su cotización. ¿Pero no era ya jugador del Madrid? ¡Miedo me da! Nos la habrían vuelto a meter doblada si no juega las 3 próximas temporadas, como prometieron Juan Carlos Sánchez y sus secuaces. Vale, nos darían un pastón si no viene. Pero el Real Madrid no está mal de dinero y lo que realmente necesita son jugadores de primer nivel. Más si estos son españoles (de verdad, no Ibakas).

No, no ha sido el mejor fin de semana y es para olvidarlo en lo deportivo. Pero hay cosas que nadie podrá arrebatarnos a los que vivimos el deporte de una forma “distinta”. Cervezas bajo la lluvia, cubatas, humo, la garganta rota… Si por un lado no me explico por qué me afecta tanto lo que haga mi equipo y a veces deseo ser como esa gente “normal”, que dicen ser de X club pero luego se la suda, por otro no puedo evitar sentir compasión de ellos, esos “ciudadanos ejemplares”, porque no saben lo que se pierden.

¡HALA MADRID!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Esto no para

Y es así, como reza el título de esta entrada. ¡HOY ES DÍA DE DERBI! Las ratas nos esperan para volver a ponerles en su sitio. En el Real Madrid no hay tiempo para lamentaciones. Cuando recibes una hostia como la de ayer, te levantas y sigues peleando. Avanzas y avanzas, recibiendo pero para levantarse sin rendición. No conocemos ese concepto. Venceremos hoy, mañana y siempre. Porque sólo cae derrotado quien se resigna.


NUNCA HAY QUE RENDIRSE.
¡HALA MADRID!
¡PUTO ESTUDIANTES!
¡PUTA LA DEMENCIA!

Fotos de la calle (RMCF-PutaBarza)

Os pongo unas cutre-fotos tomadas con el móvil de las horas antes del encuentro en la calle. Pese a la intensa lluvia que caía el ambiente era el mejor que se puede vivir en estos momentos por Chamartín. Los jugadores, y esta vez el entrenador (todavía no entiendo la entrada de Khedira), no estuvieron ayer a la altura.

En estas fotos no se capta en su totalidad como estaba la calle en el paso del bus de los nuestros por el Fondo Sur. Bufandas al viento, bengalas ardiendo y las gargantas haciendo retumbar los edificios colindantes.


Non stop

Escribir esto con rabia no evita hacerlo reflexivamente. Es mi reflexión, personal y subjetiva, pero lo que aquí plasmo es lo que mis ojos me han presentado en los 90 minutos vividos hoy en el Bernabéu.

En ocasiones anteriores, sobre todo tras la retahíla de Clásicos de la pasada temporada, hablaba de arbitrajes que marcaron el sino de los encuentros y, por tanto, de las competiciones. Lo que realmente me duele hoy no es la derrota, que también, si no la sensación de impotencia que he visto en los jugadores de nuestro equipo frente a los del Barza. Una zozobra mental de los nuestros que me ha hecho removerme en lo más profundo de mi madridismo llevándome a pensar por unos instantes -¿seremos como los indios contra nosotros?-.

Otros Clásicos dieron mucho que hablar; unos porque si Mou se cagó al poner a Pepe en tal posición, otros que si nos metieron una manita por el culo, etc. etc. etc. Pero la realidad era que en ningún partido fuimos inferiores a ellos. Si los arbitrajes hubiesen sido equitativos los resultados finales habrían sido muy distintos. Sí, incluso el famoso 5-0. Las memorias son débiles y tienden a olvidar rápido, pero con el 2-0 en contra tuvimos al Barza encerrado y Valdés tendría que haberse ido a la calle en una jugada que en un alto porcentaje de posibilidades nos hubiese puesto 2-1 y con uno más.

Pero hoy… Sale un Real Madrid espléndido que en 25 segundos se adelanta en el marcador por hacer lo que todos pensábamos que haría durante los 90 minutos: presionar en todo el campo anulando al Barcelona. El Estadio se viene abajo tras fusilar Benzema a Valdés y ¿a partir de ahí? Lo que mis ojos vieron era un Barcelona temeroso, con sus centrales en el área pequeña y el balón pasando por los pies de su portero constantemente. En la cabeza culé se podía leer el pensamiento –a ver si nos la devuelven-, -¡madre mía! y quedan 89 minutos-. Incomprensiblemente el Real Madrid cede y cede metros mientras el Barza sigue ahogado en la propia colonia que mea su entrenador. Hasta que levantan la vista más allá del área y -¡arrea! Si ya no nos presionan-. Tímidamente se van acercando a nuestro campo y Cristiano les perdona la vida en una de nuestras salidas rápidas. Cuando nos queremos dar cuenta llega el descanso con el 1 a 1 y la gente mirándose ante lo extraño de lo acontecido sobre el verde.

Segundo asalto y seguimos regalando metros. Y ahora también podríamos preguntar ¿por qué? Y podría añadirse ¿por qué… tanta suerte? Justo la que tuvieron cuando se adelantaron en el marcador. Podemos lamentarnos de nuevo con la misma jugada que nos llevó del 2-2 al 1-3. Pero la realidad es que hoy el Real Madrid no ha hecho nada para ganar y la derrota es justa. Me atrevo a decir que más por demérito nuestro que por mérito de ellos.

Incido en lo que dije al principio de este texto de que mi temor no es tanto una derrota en un partido de Liga como que les entre a los jugadores el complejo de indio llorón que acampa en el Calderón. ¡Por ahí no paso! Dentro de unos meses en el orinal de Las Cortes veremos cuánto de cierto hay en mis temores o, esperemos, cuánto de humo. (Si el bombo de la Copa es caprichoso, a lo mejor hay que esperar menos meses de los que pensamos).

Sea lo que sea, estamos en una línea muy buena este año como para volvernos locos por un resultado. Hay que seguir. A fin de cuentas, lo importante es la crisis del Euro.

¡SIGUE REAL!

viernes, 9 de diciembre de 2011

miércoles, 19 de octubre de 2011

No me joda, Marqués.

Vicente del Bosque es un hombre de la casa que tiene el aprecio de los madridistas. Una persona correcta, humilde y que rehuye de la polémica (pero de verdad, no como aquel personaje de sexualidad por definir que vive en “un país chiquitito ahí arriba”).

La forma que tuvo de salir del Club fue bochornosa. Junto con Fernando Hierro, el marqués de Del Bosque (manda huevos), fue vilipendiado por Jorge Valdano y Florentino Pérez, gente que no conoce ni de formas ni de honradez. Todo madridista de bien no comprendió como quien acababa de darnos una Liga en el Calderón era despedido convirtiendo un alirón en un funeral. “La búsqueda de la excelencia”, decía el 'Ñoflas', quien nos encasquetó a Queiroz, segundo de Ferguson por aquel entonces.

Que el actual seleccionador sienta animadversión y desprecio por el actual presidente es lógico y comprensible. Ya somos dos, como sabrán los lectores habituales de este blog. Pero del Bosque está teniendo un pequeño problema de límites al no saber distinguir dónde se acaba Florentino y dónde empieza el Real Madrid. Esta casa de la que todos los madridistas formamos parte fue la que encumbró al entrenador salmantino como jugador y entrenador. Él nos dio mucho, por supuesto, como madridistas y españoles, pero más le dio el RMCF a él. Si está donde está y si ha conseguido lo que ha conseguido es gracias al Madrid.

En la última Asamblea de socios compromisarios se votó entre los asistentes condecorar a Vicente del Bosque con la insignia del Club, al igual que a Rafa Nadal y Plácido Domingo. A partir de ahí una espiral polémica, esa de la que le gusta huir, a envuelto el homenaje que se le quiere realizar al insinuar que no quiere acudir y ahora, tras hablar con Butragueño y consultar a su entorno, jugar a la ambigüedad sobre su asistencia y las fechas en caso de acudir. A mí como madridista me parece una falta de respeto que un hombre al que considero de la casa quiera deshonrar la máxima condecoración que podemos ofrecer por sus diferencias personales con el 'Ñoflón'. Quiero pensar que su acritud va dirigida sólo a él y que no es para con el madridismo, quiero pensarlo, pero no cae en la cuenta de que con su actitud a quien falta al respeto es al público que lo encumbró. Si quiere fastidiar a nuestro presidente acude al acto, recoge la insignia, saludas al respetable y le estampas la insignia en la cara destrozándole las gafas y arrancándole de cuajo esa sonrisa falsa y forzada que tenemos que aguantar en cada acto. Entonces mi aplauso sí que sería más contundente y le propondría para otro homenaje.

Pero, para mi pesar, si damos un salto de atrás en el tiempo de dos meses nos encontraremos con las palabras “yo soy muy del Madrid y del Barcelona” que dijo Don Vicente. “No puede ser, no puede ser”, me repetía una y otra vez cuando leí las declaraciones. Si quiere ser políticamente correcto y no faltar a nadie ni mostrar favoritismos por el cargo que ocupa en la actualidad que hubiese dicho “soy de la selección española”. Y punto. No da carnaza a la prensa, no falta el respeto a nadie, no traiciona, creo, su ser y sentir y no muerde la mano de quien le dio de comer. No sólo faltó el respeto a nuestra afición; también a la del Sevilla, Bilbao, Valencia,... que si bien me importan poco esas aficiones, no consiguió el efecto que quería, supongo, el seleccionador de dar gusto a todos sus jugadores, ya que la selección española la componen jugadores de más de dos equipos. Pero sin duda fue una granada lanzada a Chamartín que no creo que nos merezcamos los que allí habitamos.

No quiero que Vicente del Bosque entre en mi lista particular de personajes 'non gratos'. De momento no es así. Pero habrá que seguir con atención la evolución de sus declaraciones y de sus actos. Deseo que sólo se trate de un par de errores, el primero por la premura que exige una rueda de prensa que puede conducir a no pensar bien la respuesta; y la segunda en el tiempo, debido a la aversión a la figura de nuestro actual, por desgracia, presidente. Prefiero recordar al jugador que vestía nuestra camiseta blanca impoluta, al entrenador que nos dio 2 Copas de Europa entre otros trofeos y al seleccionador nacional que nos puso en la cima del mundo.

lunes, 17 de octubre de 2011

Del Nido 'again moden furbol'

¡Qué contento estoy! No he hecho la estadística, pero diría que en una de cada dos entradas de este blog hablo del fútbol moderno, de los valores del deporte, del fútbol negocio,... Al escribir aquellas ideas que me rondaban por la cabeza no albergaba esperanza alguna de que nada cambiase a como unos pocos románticos queremos que sean las cosas. Pero desde el mes de agosto hemos encontrado un líder al que seguir. Un hombre que, con el sombrero bien calado, está dispuesto a enfrentarse a los elementos para cambiar un mundo injusto en el que nos ha tocado vivir. Los infieles y delincuentes no tienen donde esconderse ante el martillo de la justicia encarnado en la figura de Del Nido; azote de los monopolios futbolísticos.

En el marco del reparto injusto de los derechos televisivos ha encontrado el presidente sevillista la plataforma donde recuperar el protagonismo que ha perdido en los terrenos de juego. Esos minutos que le ofrecen los medios aprovecha para hablar de igualdad entre clubes a la hora de repartirse el suculento pastel que ofrecen las empresas audiovisuales. ¿En qué quedamos? En mi opinión sí me parece desproporcionado lo que cobran unos y otros. Yo haría un estudio para que el reparto fuese equitativo. Pero ¿no eramos capitalistas? Si lo somos ¿no debemos de acogernos a la ley de la oferta y la demanda? O follamos todos o Shakira al río. Pero lo que no pueden hacer una serie de señores capitaneados por el abogado más saleroso de toda Andalucía es venir a decirme que es injusto lo que les toca, máxime cuando las audiencias de unos clubes y otros son abismales con lo que ello supone en publicidad. El problema no es que cobren menos que el Madrid o Barza. La cuestión radica en que están sin un puto duro por las pésimas gestiones realizadas, por gastar lo que no se tiene o llevárselo muerto con las múltiples fórmulas que ofrece el mundo del fútbol para ello.

Tal vez el señorito Del Nido lo que debería de hacer cuando compadece en las ruedas de prensa esas en las que tanto grita con cara de a mí no me la vais a jugar, es explicar dónde están los millones que el Sevilla ha ingresado por traspasos de jugadores que costaron hasta 4 veces menos. También sería labor de los “periolistos” preguntar por ese dinero y el generado por jugar la Champions, lo que supone la entrada en las arcas de un dinero con el que no cuenta un club como el Sevilla, nacido para estar en tercera línea en la parrilla de salida.

No deja de parecerme cómica la situación de que gentuza critique el sistema que ellos mismos han favorecido para lucrarse y despilfarrar sin control alguno simplemente porque quieren seguir viviendo como 'jeques' u oligarcas petrolíferos cuando no son más que unos paletos de pueblo que en su día dieron el pelotazo y se compran un BMW cuando sólo han conducido un tractor en su vida. La miel no se hizo para la boca del asno.

Tal vez el Gobierno lo que debería de hacer es reclamar los millones que deben a la Hacienda Pública, más en periodo de crisis, para que estalle en su cara el bombazo de la verdadera justicia, no esa que nombran ellos. Y el que no pague, con traje de rallas y una bola de acero al tobillo, por gastarse lo que no tienen.

Primero fueron las SAD. Luego la dichosa Ley Concursal. Hay que seguir buscando la gallina de los huevos de oro ¿no?

¿Hasta cuándo?

miércoles, 12 de octubre de 2011

El baloncesto y la ausencia de emoción

Hace un tiempo escribí un artículo en el blog sobre el exceso de partidos intrascendentes que hay en el deporte de la canasta. El pasado lunes leí un artículo breve de opinión que iba en la misma dirección, escrito por Juan Mora para el diario As. Para el patrocinio de Endesa es un aliciente, para mí una muestra más de esa repugnante manía que han cogido los patrocinadores y federaciones y asociaciones de cambiar el nombre a los títulos. Pero la esencia del artículo, muchos partidos y poca emoción, es lo que me lleva a reproducirlo, además de para dar movimiento al blog.

Una nueva Liga de baloncesto está aquí. Por enésima vez llama a las puertas del aficionado para que se las abra de par en par. Esta vez el aficionado parece abrirlas con cierta curiosidad. Rudy está en el Madrid, los Gasol se entrenan con el Barcelona, Endesa da una nueva imagen a la ACB, el entusiasmo con el que vivimos el Eurobasket está reciente... Sería un buen comienzo para que la Liga de baloncesto comenzara a salir de la posición a la que la Fórmula 1, las motos, el tenis y el ciclismo la han relegado en la televisión. Pero mucho me temo que la atención dure poco más que otros años. La Liga en su fase regular tiene el interés que tiene, y si encima los jugadores NBA nos dejan en unas semanas, nuestro baloncesto habrá sido segundo plato.

La pena es que el potencial que tiene es enorme. El Barcelona por un lado, el Madrid por otro, el Baskonia convertido en un grande, el Valencia y el Unicaja que son rivales de cuidado... En el fútbol los traspiés del Barcelona o el Madrid conmocionan la Liga, porque en cada partido el título está en juego. En el baloncesto, en cambio, la derrota apenas tiene trascendencia. El Madrid, mismamente, ha perdido tres de los siete partidos de la pretemporada y no se advierte preocupación. Una competición en la que todo se deja para el final es una competición light. Lo contrario es la bomba. Véase la Copa. La solución está ahí, pero los equipos no la quieren. Endesa les hará espabilar en cuanto vea las audiencias. Hay hasta 30 millones de patrocinio en juego.

viernes, 26 de agosto de 2011

Almirantes vascos en las naves de Castilla


Hay jugadores que ocupan portadas o un ‘status’ sin merecerlo y otros que apenas aparecen en los medios y su relevancia dentro de un conjunto es significativa. Antes de nada decir que hace mucho que quise escribir estas líneas, pero digamos que me cogí un mosqueo importante con este hombre tras la celebración en Madrid de la consecución del Mundial el 12 de julio del 2010. A los jugadores de hoy en día no se les puede pedir que amen los colores que defienden ya que unos se criaron aquí y otros allá. A lo que voy es que a un mercenario no le voy a pedir que bese el Escudo, pero sí que cumpla con quien le paga; tanto en el terreno de juego como respetando a dicha institución. Yo siempre elogié, y elogio, a Xabi Alonso como jugador de fútbol, excelso, y como español que es. De ahí mi enorme alegría cuando fichó por el Real Madrid Club de Fútbol. Pero el mencionado lunes 12 de julio del año pasado Xabi cometió una doble torpeza al anudarse al cuello la bandera del centenario de la Real Sociedad. Digo bien cuando hablo de doble porque: 1- El Mundial lo ganó España, no la Real, ni el Atleti, ni el Barza… aunque muchos jugadores no se enteraron. La única bandera que tenía cabida en dicho acto era la de España. 2- Personalmente el cariño que le tengo a los ‘guiputxis’ es nulo, más bien el sentimiento que les proceso es de desprecio. Me consta que un alto índice de madridistas siente lo mismo, por lo que pienso que fue un error el que cometió el de Tolosa y de ahí que le “castigase” retrasando este artículo (el otro día escribió en twitter que llevaba noches sin dormir al ver que Tradición1902 no escribía sobre él).

Pero una cosa es evidente y es que entre tanto extranjero gusta ver sobre el campo alguien que hable nuestro idioma y nacido en nuestra tierra, cosa extraña en estos tiempos. No sólo eso, sino que es el que lleva la voz cantante sobre el campo. Porque, como dijimos antes, pocas veces aparece en la prensa como jugador destacado cuando es titular. Sin embargo, un indicativo irrefutable de su importancia en el juego es que siempre se habla de Xabi Alonso cuando es baja y no disputa ni un minuto. El auténtico cerebro del juego del Real Madrid es el centrocampista que con su ausencia hace recurrir excesivamente al patadón ante la falta de ideas. La zona de creación sufre y el equipo se fractura en dos. Los jugadores pierden colocación y muestran que falta una pieza. La fundamental. La clave. La que hace mover toda la maquinaria. Incluso cuando de dar patadones se trata se nota si Xabi está en el campo. El guante que tiene en la pierna le permite cruzar el esférico campo a través enviándolo exactamente a las coordenadas que fijó tras un leve levantamiento de cabeza, para qué más, que le hizo divisar el objetivo. Allá va la andanada. Ahora todos al abordaje con estocadas rápidas y certeras: Cristiano, Di María, Özil,…

El guipuzcoano sabe jugar en diversos registros. En equipos de toque hasta marear la pelota, como con las Selección española, o de rápidas transiciones, cuando estuvo en Anfield, consiguiendo ser clave en ambos esquemas. Con el RMCF y bajo el mando de Mourinho ha sabido captar las necesidades del equipo que le expresaba el portugués a la perfección, mostrando sus distintas aptitudes según lo que exija la circunstancia.

Higuaín y Benzema se tienen el uno al otro para ser sustituidos. Cristiano Ronaldo es un devorador, pero si falta seguimos teniendo ‘punch’. Özil cuando no está sobre el terreno de juego hace perder mucha calidad y llegada al área, pero hay otras soluciones. La defensa está bien cubierta tanto con los centrales como con los laterales. Las bandas y el medio de contención lo mismo. Xabi Alonso no tiene recambio. Con esa cara de no haber roto nunca un plato, cada vez que está sancionado o lesionado no dejo de acordarme de él. Seguro que sus compañeros también. Es su almirante, necesitan de sus órdenes. Un ‘pero’: debería de tirar más a puerta sobre todo cuando se incorpora en la frontal (véase el segundo gol al Barza en la ida de la Supercopa), tiene mucha potencia y colocación, debería de explotarlo más para buscar el factor sorpresa.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Alirón 96/97

RMCF 3 - 1 Atlético de Madrid (Raúl, Hierro, Mijatovic, Esnáider)


Foto cortesía de Ra López. Gracias por tu colaboración.

martes, 23 de agosto de 2011

Carta de Mourinho

Respecto a las mentiras vertidas por algún periodista. Carta de nuestro entrenador.

Solo quien no me conoce puede soñar, inventar o creer que pueda marcharme ahora del Real Madrid…

Me parece que mucha gente se quedó impresionada con la calidad del fútbol demostrado por el Real Madrid en esta pretemporada, y sería para ellos una sorprendente noticia que yo abandonara el club ahora. ¡Imposible!

Tengo un presidente fantástico, con una gran inteligencia, y al que además me une una gran amistad. Y tengo también un director general que trabaja para el club 24 horas al día, por lo que siento que mi motivación es enorme y mi madridismo mucho más grande que el de algunos pseudomadridistas…

No me marcho. Seguro. ¡Segurísimo!

Y quiero dirigirme al madridismo para disculparme ante él, y solo ante el madridismo, por mi actitud en el último partido. Algunos están más adaptados que yo a la hipocresía del fútbol, lo hacen con la cara escondida, con la boca tapada y en lo más profundo de los túneles.

Yo no aprendo a ser hipócrita. Ni aprendo ni quiero.

Un abrazo a todos y nos vemos mañana en el Santiago Bernabéu.


Respecto a lo que he señalado en rojo: ¡olé, olé y olé!

Reconócelo

Se podría decir que el calor derrite el cerebro a mucha gente, pero no os confundáis. Llegará el invierno y con el frío no regresará la cordura. Aunque siendo francos, ¿quién la quiere a estas alturas de la vida? Pasa el verano entra la insufrible pretemporada con giras eternas y que me interesan lo mismo que a Guardiola la actividad sexual de una mujer, la esperada Supercopa y los interminables artículos de los juntaletreas, periodistas, periolistos,… como queráis llamarles, pero algunos con una capacidad innegable para el humor y la fábula.

Ahora, cada vez que el cielo descarga su furia contra la tierra, tiendo mi mano y cuando se moja la chupo esperando que mi lengua distinga el sabor del ‘Red-Bull’. Mi decepción al ver que es simplemente agua me conduce a un sinfín de cuestiones: ¿Mou ya no estará enfadado? ¿O es que ahora ha pasado directamente a arrodillarse para gimotear con doble angustia por no tener una lata del refresco que da alas a su alcance? Cuando me veo ante estas disyuntivas no me queda otro remedio que recurrir al único que puede dar luz a nuestras vidas y al vestuario madridista: Diego Torres. En serio os lo digo, seguidle. Siento hasta un punto de admiración por este hombre, al cual sólo conozco por sus artículos pero que ha despertado en mí cierto interés sobre su persona. Tontos a las tres hay miles por la calle. Sólo con salir del portal de nuestras casas nos cruzamos con cientos de ellos. Un estúpido, así, sin más, no merece más que mi desprecio y si desaparece de la faz de la tierra sin dejar rastro tampoco me importa lo más mínimo. Pero alguien como el señor Torres que alcanza un nivel de gilipollez tal y que es capaz de plasmarlo sobre el papel con cierto nivel de prosa y consigue vivir de ello, hace que capte mi interés. A esa gente no se la puede volatilizar por las buenas. No. Antes hay que comprenderles, estudiarles y saber qué mecanismo mental les lleva a ser así. Después que dios disponga. Desconozco si en su más tierna infancia algún familiar cercano o persona desconocida con la camiseta del Real Madrid arremetía contra él en su dormitorio para perturbar sus pueriles sueños. Pero otra cosa no me explico para tanta animadversión y obsesión por nuestro Club.

Pero no es el único, Segurola, Relaño, Robinson,… una lista de interminables “opinólogos” ponen su pluma a favor de la corriente que el río mediático y social marca para que no les tachen de demonios, o pierdan sus poltronas por no decir lo que se quiere escuchar. Salvador Sostres, ese ser tan… dejémoslo en ser; puso la nota discordante defendiendo al portugués. Lo que no sé es si lo hace por convicción o por llevar la contraria. A fin de cuentas, todas estas historias ¿para qué sirven? Para aumentar el negocio y seguir atrofiando el espíritu crítico del fanático de bar que repite como un loro lo que le dicen que debe de decir, aunque en imágenes vea lo contrario. Lo importante se dilucida donde siempre, en el campo. Y lo que veo sobre el césped es que los amistosos de preparación aburren a los muertos, o eso creo, porque no he visto ni uno ni he realizado el mayor esfuerzo por verlos. Los Teresa Herrera, Colombino, Carranza incluso el propio Trofeo Santiago Bernabéu son historia. Ni rivales de entidad ni caché veraniego. Todo sustituido para el fútbol para chinos y latinos que buscan el “sueño americano”.

Y por fin llegó la Supercopa. Había muchas ganas. Vuelta al Bernabéu, calle, amigos, cerveza y sobre el tapete los dos mejores equipos que se pueden ver ahora mismo en el planeta con el añadido de que nos odiamos a muerte. Ganan los culés pese a jugar mejor nosotros. La falta de puntería, el nerviosismo al encarar uno contra uno cuando se acercan al área y ciertas decisiones arbitrales que van minando poco a poco la moral y la paciencia fueron las que cavaron nuestra propia tumba. Ellos dispararon 6 veces a puerta en toda la eliminatoria, marcaron 5 goles. Eso es demoledor. Bueno, esperemos que la próxima vez haya más suerte y se repita lo de Valencia en abril.

Lo que resulta llamativo es que los 180 minutos de juego parecen una nimiedad respecto a todo lo que da de sí en los medios, sobre todo la figura de José Mourinho. Todo lo que se dice de él y de nuestra institución no son más que masturbaciones para los antimadridistas. No voy a negar que tanta falacia quema, pero tampoco necesito lo contrario. Me basto con lo que tenemos y con lo que somos. No pretendo ser, como madridista ni como persona, lo que otros quieren que sea/seamos. Cuántos de vosotros, si sois del RMCF quienes lo estáis leyendo, habréis oído en una conversación con un antimadridista, o madridista de palo, -… sí, sí, si Mourinho es muy buen entrenador, pero… ¡RECONÓCELO! Está dañando la imagen del Madrid.- O -… ¡RECONÓCELO! Esas no son formas.- Es que la imagen que tengas tú, antimadridista, del Madrid, me la paso por el forro de la bolsa escrotal de forma muy suave, despacito y con tiento. ¡LO RECONOZCO! Me da igual lo que pienses. Yo sé lo que pienso yo y mi gente, que siente este equipo tanto como yo. Estamos orgullosos de que nuestro entrenador defienda a sus jugadores, al Club y que esos mismos jugadores, como buenos mercenarios que son, se dejen los cojones en el campo aunque no conozcan nuestra historia ni el Escudo que representan. Pero al menos justifican su sueldo. Lo demás ¡LO RECONOZCO! me importa más bien poco.

Antimadridismo hubo siempre hay ahora y cuando Mourinho se canse del Madrid o le paguen más en otro lado y coja las de Villadiego, seguirá existiendo. Y el señorío del que hablan quienes jamás se acercarán a ello ni lo más mínimo sólo lo deben de exigir los socios para con sus propios socios. Al antimadridista ni agua.

No voy a entrar en lo que hizo Messi, dijo Pep o simuló Álves. No es necesario. Vosotros lo sabéis igual que todo el mundo que lo ha visto. Lo importante es: tú, madridista, ¿estás orgulloso de tu equipo, de tu Club? Respondiendo a esta cuestión es cuando tienes que valorar si criticar o alabar. Y sobre lo que te digan o leas de los demás, ábrete un ‘Red-Bull’ y disfrútalo. Su frustración les delata.

sábado, 30 de julio de 2011

Un ADN, un estilo, una forma de vida, un...

"Lo peor de todo no es que el Barza te gane, sino que te explique por qué." Con esta frase empieza el artículo que os traigo a continuación, escrito por Manuel Jabois para: http://www.jotdown.es/2011/07/manuel-jabois-querido-barca/

Lo peor de todo no es que el Barça te gane, sino que te explique por qué. De la marcha militar de triangulaciones sobre el campo el Barça se ha ido desplazando a la instrucción, como esos generales que dan un golpe de Estado y luego, mosqueados, contemplan la reacción abigarrada del pueblo sometido y encargan una Constitución. Al fútbol del Barça se le agotaron los adjetivos, lo han llenado de genuflexiones y crónicas de El País, se le ha paseado bajo palio por medio mundo entre reverencias angustiosas, y ahora los jugadores han salido en peregrinación por Europa a evangelizar a los bárbaros. “Hay equipos que juegan bien pero no saben por qué, donde todo ocurre por casualidad”, acaba de decir Xavi. Más importante que tener la Copa de Europa es tener el why, algo de lo que adolecen los equipos que normalmente juegan bien presos de un azar que depende de la alineación de los planetas. El Barça sin embargo le ha puesto adobo ideológico a su fútbol: lo ha llenado de valores, de señas de identidad, de una base teórica formidable sobre la que sostener una revolución con la que laminar focos de resistencia. A veces, tras tener al utillero dos horas persiguiendo la pelota, Xavi ha llegado a pedir que se graben los rondos.

El súbito empeño del Barça en enseñar los entresijos del fútbol al 98% que no sabe responde también al hastío de la victoria. Hay mucho de elBulli en eso: hacer la obra y luego, en un profundo gesto de solidaridad, difundir el secreto. La Masía no es más que una gran cocina de Cala Montjoi en la que todos son canteranos, reina el buen rollo y se redescubre cada día la coliflor. En ese laboratorio grande y limpio del que salen filtraciones a la prensa, como la de un jugador anónimo que dijo a El País que Keita es el más querido en el vestuario, se deconstruye el fútbol para volverlo a recomponer de otra manera, y así en un bucle infinito que tiene a los clientes hipnotizados mascando soma. Abajo, en la meseta, entre sofritos y un profundo olor a ajo, con la parroquia pidiendo limón para los calamares, Cristiano Ronaldo se retuerce delante del televisor llamando “enano” a Messi.

Bajo esa antigua concepción del mundo hay que intrerpretar los silencios jesuitas de Guardiola y el discurso templado de Xavi, que ha asumido la portavocía de la dictadura pacífica y solidaria, mezcla sutilísima de valores tan anchos, de palabras tan grandes y ambiciones tan discretas, que cualquier día se levanta el Mahatma para ir a ese vestuario a tomar lecciones. Hace poco en esta revista Ramón Besa dijo, un poco desolado, que Mourinho por donde pasaba sólo dejaba copas, un trauma del que en Milán aún están tratando de recuperarse. El Barça exporta estilo y leyenda casi en cada tuit, y bueno sería que este tour mundial de entrevistas no se limitase al verano y se extendiese también al invierno para ir convirtiendo el club en una especie de Fundación elBulli a la que puedan venir estudiosos de todo el mundo siguiendo la estrella de Oriente. El Barça debería reunirse solamente para ir de gira en plan globbetrotters y salir en el descanso de la final de la Champions a hacer minipartidos a dos toques, como cuando Michael Jordan baja de la grada en vaqueros a encestar un rato. Los títulos al fin y al cabo son sólo una consecuencia, quizá la más pesarosa, de un modelo educativo, de una madraza en la que se perfecciona un fútbol cuyo ideal no es la victoria, sino la construcción, a caballo entre Unicef y Qatar, de un mundo feliz.

sábado, 7 de mayo de 2011

Hubo temor

“¡Sin temor!” titulé la entrada a modo de arenga para dar paso a la Final Four. El título no lo escogí al azar. El Real Madrid llegaba a esta fase de la máxima competición europea tras 16 años de ausencia. El equipo es muy joven y de ahí que todo el mundo pudiese pensar que íbamos a ser la perita en dulce por la inexperiencia de ciertos jugadores. Y así ha sido. Ha sido así contra un equipo que no es mejor que nosotros, al igual que los otros dos participantes. El pastel de las opciones estaba repartido al 25% para cada uno. El Madrid ha demostrado en su trayectoria durante toda esta Euroliga que puede ganar a cualquiera. Ya lo hizo en la cancha del Montepaschi, por poner un ejemplo de uno de los semifinalistas, cuando era inexpugnable. Pero a la hora de ponerse sobre el parquet del Sant Jordi se hicieron pequeños y se dejaron llevar para firmar un muy mal partido que ya se vio que se nos escapaba en el tercer cuarto.

Había mucha ilusión puesta en esta FF. Ha sido un varapalo muy duro la derrota de ayer, sobre todo por esos 19 puntos de diferencia que no impidieron pelear por el partido hasta el final. Pero ¿hay alguna lectura positiva? Por supuesto. Más allá de confirmar que Florentino Pérez es gafe (cada vez que pisa el baloncesto la liamos) ha sido una temporada rara de cojones en el deporte de la canasta. Han existido aspectos negativos, muy negativos. A parte de que la gestión paupérrima desde los despachos, a pesar del error monumental del cambio a la Caja Mágica, pese a la espantada de Messina y a la actitud de ciertos jugadores. Aún así, hemos conseguido llegar a la Final Four y nos hemos puesto al nivel del Barza, demostrando que se les puede ganar.

Lo que espero y deseo es que el haber llegado a Barcelona suponga más una experiencia para la directiva que para los jugadores. Que inviertan dinero para dar el salto de calidad que necesitamos. Se empiece a tomar en serio el baloncesto, no como el hermano menor. Y que Juan Carlos Sánchez deje de mangonear y se ponga a trabajar en serio. Y si alguien le releva en el cargo mejor que mejor.

Ahora llegan los Play-Off. Aquí ya no vale la excusa de la inexperiencia. Hayq ue ir a muerte y conseguir el título liguero. Cerraríamos un gran año deportivo pese al esperpento de los despachos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Sobre el villarato

Os traigo un artículo de un hombre, Alfredo Relaño, director del As, que no deja de ser un junta letras que intenta agradar aunos y a otros y es un tanto ambiguo en sus opiniones. Me he pensado si subir lo que ha redactado en su blog de as.com ("Me gusta el fútbol") sobre todo por como tira de freno de mano al final de su exposición. Cercenarlo nunca. Si lo copio lo hago íntegro, si no, no lo subo. Pero sí, las evidencias que comenta me ha llevado a copiarlo en el blog porque es totalmente denunciable la sucesión de hechos que narra. Hechos tan verídicos como que el sol sale por el levante, aunque algunos se empeñen en que los haga por Antequera. En otra entrada breve comentaré los matices que no entiendo de lo que dice, o que a mi modo de entender (y eso que yo sin cerveza en el cuerpo no ando muy allá de entendederas) cae en la contradicción o en el mismo juego sucio.

TEORÍA GENERAL DEL 'VILLARATO'

Vaya por delante que cuando acuñé la palabra ‘villarato’ no fue en relación a los favores arbitrales al Barça, sino en referencia a la forma ‘sui generis’ de Villar de ejercer el poder y mantenerse en él. Y en alusión a la longevidad de su mandato. Ya saben a qué me refiero: renuevo a Clemente porque sí, si le echo, le pago, si echo a Luis Suárez no le pago, la Selección no va a Zaragoza (o ha ido una sola vez en veinticinco años) porque el de la federación aragonesa no me vota, al de la castellanomanchega que no me votaba le doy el fútbol sala porque así me votará, a Samper, que a través de Santa Mónica me adelanta un dineral le doy un España-Argentina para que estrene su campo con el césped sin asentar (lesión de Maxi)…

O simplezas como decirle a Esperanza Aguirre (a la sazón ministra de Cultura y Deportes) que no hay que pedir la Eurocopa junto a Portugal (cosa que pidieron ellos) porque la vamos a conseguir por nuestra cuenta para luego encontrarse con que quien la gana es ¡Portugal! O emprender el asalto a la concesión del Mundial-2018 sin buscar la menor complicidad del Gobierno ni de nadie, fiado en sus ‘extraordinarios’ contactos internacionales. (Ya saben ‘pactó’ con Catar un intercambio de favores y el gato al agua se lo llevaron Rusia y Catar). Y ese fasto cutre del avión lleno de gorrones de aquí para allá, con la Selección adonde vaya, para recibir el retorno en votos. O eso de tener una copa del mundo expuesta en el Museo de la Federación y el mismo día (muchas, muchas veces ha pasado esto) otra copa itinerante expuesta en cualquier punto de la piel de toro para que los aficionados se hagan fotos junto a ella. Sin avisar que ninguna de las dos es real.

O ese ir y venir acopiando dietas, con la Federación paralizada a la espera de él para tomar una decisión. O ese Reglamento de Competiciones, más viejo que Garibaldi, redactado de una manera casi ilegible, interpretable de una y otra manera, con sus gerundios insistentes, frases subordinadas y con frecuencia artículos que se contradicen. (Acabamos de tener el caso de la denuncia del Granada al Barça B, paradigmático). O esos comités que en lugar de justicia hacen política, que a épocas entran de oficio y a épocas no, que por la misma cosa ponen un año cuatro partidos a alguien y tres años después sólo uno, nadando en esos sargazos jurídicos de que está llena la normativa para que todo pueda traducirse en la ley del embudo.

Todo eso y varias cosas más de esta índole (no quiero aburrirles) y la permanencia en el tiempo de ese estado de cosas y de la persona que las simboliza y se perpetúa es lo que hace ya algún tiempo di en llamar ‘villarato’, discreto elogio al personaje. En realidad Villar no inventa el ‘villarato’, es algo tan viejo como el poder, que siempre ha ideado técnicas para mantenerse. Pero el suyo es un caso tan próximo, tan prolongado y tan de catón, que merece el homenaje de un término que le sobreviva.

Y los árbitros, en la mano. Con el hombre más fiel, Sánchez Arminio, y el más devoto, Díaz Vega. Esos árbitros cuya labor no puntúan los clubes, sino un comité estricto que al final de la temporada suma y luego aplica un ‘factor de corrección, para que la escala se acomode más aún al criterio que conviene. Árbitros, gente sufrida y de buena fe (descarto desde hace años, cuando Porta desmanteló una trama, que haya venta de árbitros en nuestro fútbol. No las hay).

Pero hombres, en fin. Hombres sobre cuya carrera profesional deciden otros. Deciden los servidores del ‘villarato’, sus jefes, puestos ahí por Villar. Ellos deciden quién es internacional o no, quién merece bicocas muy bien pagadas como ir a arbitrar unos mesecitos a Japón, o a dar un cursillo de árbitros a Catar. O a quién se le escucha a la hora de recomendar a tal coleguilla del terruño, que viene bien y promete. Lanzar árbitros del terruño, apadrinar y ver triunfar a jóvenes que practican el oficio en su regional, es una de las cosas que más felices hacen a los árbitros consagrados. (El árbitro es muy de la patria chica, porque es el único sitio donde no le insultan, al menos una vez que llega arriba. O porque en la regional le insultaron tanto que desarrolló un ‘síndrome de Estocolmo’, vaya usted a saber).

Volveré sobre este tema más abajo. Pero es una constante que los que llegan más arriba no son los árbitros que menos fallan, sino los que cuando fallan lo hacen como viene ‘al sistema’. Esos son los que arbitran los últimos tramos de de las grandes competiciones, los grandes partidos de las ligas, los que llegan a internacionales, a fases finales de Eurocopas o Mundiales. ¿Han visto a algún árbitro equivocarse en algún Mundial contra Alemania, Brasil o Italia? Si alguna vez les ha podido pasar, ha sido porque jugaban directa o indirectamente contra el equipo local. Por ejemplo, a Alemania le dieron un gol en contra que no fue en la final de 1966, contra Inglaterra, en Wembley. (En aquel Mundial hubo una jornada de ignominia, en cuartos. Coincidieron un Inglaterra-Argentina, con árbitro alemán, y un Uruguay-Alemania con árbitro inglés. Los dos cumplieron escrupulosamente con lo que se esperaba. Aquello abrió una brecha futbolística, aún no cerrada, entre Sudamérica y Europa). A Italia la escalfaron ante Corea, en el mismo Mundial que a nosotros. Luego cuando Corea se enfrentó a Alemania en semifinal ya no hubo nada raro. A Brasil le anularon un gol inaudito en el Mundial de Argentina. Algo nunca visto: sacó un corner, contra Suecia ¿? Y lo cabeceó Zico a gol. El árbitro dijo que el tiempo se había cumplido entre el saque del corner y el cabeceo de Zico, sólo que el remate le sorprendió llevándose el pito a la boca, de ahí que el pitido no fuera el del gol, sino el final del tiempo.

Así que no es de extrañar que a nosotros, que siempre hemos ido de panolis, nos haya ido generalmente mal. ¿Recuerdan el codazo de Tasotti (ay, Italia) a Luis Enrique y la sangre de éste? Por supuesto recuerdan lo de Al Ghandour contra Corea. ¿O el gol de Michel contra Brasil en México?

Pero ha habido una excepción, recuerden: nuestro Mundial. Hasta un penalti fuera del área nos concedieron, para que saliéramos adelante en la primera fase. Más allá no pudieron arrastrarnos, ni falta que hacía. Llegaron Italia y Alemania a la final. Sin salir de ese campeonato, pueden ustedes recordar que Lamo Castillo (nuestro árbitro para el evento, hoy cómodamente instalado en las alturas del fútbol mundial) abrasó a la URSS en su partido en Sevilla contra Brasil. O cómo a Gentile le permitieron todo frente a Maradona, el día que Italia ganó a Argentina, cuando Grondona no era lo que es hoy. O el bochorno universal que sentimos cuando Schumacher abatió a Battiston, por cuya vida llegamos a temer, con aquel caderazo en la cabeza, sin consecuencias.

Arbitrar así es una ciencia, una artesanía, un arte, un cinismo, algo de todo eso. Llegan más arriba los que mejor lo hacen. Tiene que parecer un accidente, un descuido, si no no vale. Si te pasas te apartan, porque ‘Roma no paga a traidores’. Pero peor que pasarse es equivocarse como no conviene.

Y no es una conspiración. No hay que decir nada, nada debe notarse, a nadie se le felicita expresamente cuando hace algo así. Pero sigue prosperando. Y el fútbol da oportunidades. Casi en cada partido hay dos o tres jugadas dudosas, de esas que usted o yo tenemos que ver cuatro veces repetidas; con fallarlas todas en la misma dirección, ya se ha hecho suficiente por la causa.

Y no se extrañen de que lo hagan tan bien. Hablamos de un puñado muy selecto, escogido de entre una población arbitral altísima. Y gente que puede llevar veinte años perfeccionando esa habilidad.

Y ahora vamos con el ‘villarato’ y el Barça. Llevo cincuenta años siguiendo el fútbol español y no recuerdo casos de apoyo explícito tan sostenidos a un club, y si alguien me los puede aportar lo agradeceré.

He visto al Barça retirarse de la Copa porque sí. Fue en abril de 2000. El Barça había perdido 3-0 el partido de ida, ante el Atlético. Para el partido de vuelta Van Gaal exigió un aplazamiento, porque tenía muchos holandeses y les llamaba su selección. (Para entonces había más tensiones de calendario aún que ahora). Era un amistoso, con Escocia. Pocos meses antes había habido un amistoso Holanda-Marruecos y para esa vez Van Gaal obtuvo de sus paisanos la gracia de que no convocaran a los barcelonistas, para que jugaran el partido del Centenario del club, Barcelona-Brasil. Esta vez Van Gaal y el Barça decidieron no pedir el favor, prefirieron reventar el partido. Dijeron que entre ausencias y una lesión (Amunike ya tenía el alta médica pero aún no había reaparecido) sólo les quedaban diez jugadores. Que completar el equipo con canteranos (el reglamento impone que tiene que haber un mínimo de siete de la primera plantilla, de modo que se podría hacer y La Masía ya existía) desvirtuaría el partido. Así que se presentó al partido con sus diez jugadores, en una escena bufa. Guardiola, muy honorable capitán, abandonó la fila en un momento dado y se acercó al medio campo a comunciarle a Díaz Vega que esto es lo que hay. Santi Denia, igualmente honorable capitán del Atlético, que viajó y compareció en tiempo y forma, asistió circunspecto al breve diálogo. Todo televisado en directo. Luego, todos a casa sin ducharse.

Eran semifinalistas los dos equipos de Madrid y los dos de Barcelona. Los cuatro tenían internacionales. Los otros tres jugaron, prescindiendo de los suyos, dado que esa fecha se montó en fecha FIFA. A ninguno le dio por hacer algo parecido. La sanción por algo así es un año sin participar en la Copa.

En verano, aprovechando una de sus reelecciones. Villar le indultó. (No está entre sus competencias hacer tal cosa).

Salto a 2003, otro pleito de internacionales. Para encajarle a Ronaldinho los descansos precisos entre un partido de la selección y otro de Liga, el Barça jugó su partido contra el Sevilla a las doce y cinco de la noche, haciendo alarde de su poder para mover Roma con Santiago. Allí estaba el árbitro, correctamente uniformado y dispuesto, y hasta Del Nido, tan jaque él, en el palco, junto a Laporta.

Una de cochinillo. ¿Recuerdan? Medina hizo lo posible por salvar el partido, tras una larga interrupción, e hizo bien. Fue cuando el segundo retorno de Figo al Camp Nou tras su salida, cuando cometió la afrenta de sacar los corners, cosa que no había hecho en su primer regreso, pero que hacía sistemáticamente en los demás partidos. El encargado de la megafonía había anunciado en entrevistas de prensa previas que cuando diera las alineaciones haría una pausa al llegar a Figo, para que la gente le abucheara a fondo. A pesar de ese anuncio no sólo no le alejaron de la tarea, sino que le permitieron hacerlo. El ambiente envilecido degeneró.

La consecuencia fue la orden de cierre del campo. El Barça recurrió a la justicia ordinaria, vulnerando el pacto del fútbol de no hacer tal cosa sino para casos laborales. Por eso mismo habían obligado a Lendoiro a arrastrarse ante la UEFA. Pero con el Barça fue distinto: mientras tenía el caso en los tribunales se modificó ‘ad hoc’ el artículo 118 de los estatutos. Entonces lo retiró. Y la modificación le salvó del cierre. Luego se han seguido cerrando campos por cosas menores, pero no todo el mundo es el Barça.

Sigo: a la vuelta de aquel mal mundial de Luis Aragonés España montó un amistoso de esos extraños (‘villarato’ del otro, ¿lo ven?) en Islandia. A nadie le apetecía. Menos de cinco días después el Barça tenía partido de Supercopa con el Espanyol. El Barça decidió que Puyol y Xavi no irían y no fueron. Los declaró lesionados. Para tales casos está establecido que un jugador que es retirado de una convocatoria por lesión no puede jugar con su club hasta pasados cinco días del partido internacional. Por supuesto, Xavi y Puyol jugaron la Supercopa. Por supuesto, el Espanyol hizo una reclamación: el caso era de catálogo. Por supuesto, el asunto se enterró en las sentinas de la Federación.

Sigo más: a la final de Copa de 2004 llegaron el Zaragoza y el Madrid. La ciudad escogida fue Barcelona. Pero ¿cómo consentir que el Madrid, a la sazón galáctico, ganara una final (todo el mundo daba por sentado que ganaría) allí? ¿Podría profanarse el recinto con el himno del equipo campeón? No. Hubo que jugar en Montjuïc, de menos capacidad, con pista, peor por todos los conceptos. No se le iba a hacer esto al Barça. Esta vez, sin embargo, el mundo culé se perdió un gusto, porque la final la ganó el Zaragoza, con aquel gol de Galletti. El ‘galacticidio’ podría tener ahora una placa en el Camp Nou pero no siempre sale todo de la mejor manera posible. (Es broma).

La penúltima, y gorda es casi de anteayer. La huelga de controladores convulsionó a todo el fútbol. La víspera, equipos de toda España se echaron a la carretera, en autobús. Algunos se cruzaron toda España, otros, como el Atlético, sólo media. El Barça lo tenía fácil, jugaba en Pamplona: AVE a Zaragoza y un autobús a Pamplona. No hacía falta ni tomar precauciones en la víspera. De hecho, el Barça siempre viaja en el día. Alguien les dijo que se arreglaría lo de los aeropuertos y no tomaron la menor precaución. Cuando vieron que no había vuelos decidieron que mejor dejarlo para mañana, llamaron al secretario de la Federación y lo arreglaron con él, sin consultar ni por cortesía a Osasuna. Quedaban para eso momento unas siete horas para el partido. La Federación llamó a Patxi Izco, que se enfadó. Como el Barça se estaba pasando se armó un revuelo nacional que ni esperaban ni entendieron en el club, así que decidieron hacer tarde lo que debieron hacer mucho antes: coger uno de los muchos AVEs y marchar a Zaragoza. De ahí a Pamplona. Llegaron al Reyno de Navarra justo a las 20:00, hora fijada para el comienzo. Por supuesto, se les autorizó a calentar el tiempo que quisieron, hasta rebasar generosamente la media hora de cortesía que el reglamento prevé para equipos que comparecen tarde. ¿Quién les iba a apremiar?

Muchas cosas, todas de este siglo

Y todo agudizado a partir de las elecciones de 2004, cuando Gerardo González se presentó contra Villar. Gerardo González había sido secretario general de la Federación. Tuvo un choque con Juan Padrón, vicepresidente, porque éste enredó en los comités para una decisión disciplinaria que afectaba a un club de su patria chica. Osó pisar el territorio de Gerardo González, que llevaba eso. Padrón llevaba el dinero, que no está mal. En fin, fueron cosas del ‘villarato’ interior, que degeneraron en una guerra sucia, saltó González y decidió presentarse a las elecciones, aireando información sucia de la que disponía después de tantos años ahí metido.

Florentino, que por entonces creía controlarlo aún todo y ya no controlaba nada, apoyó a Gerardo González. Gaspart respaldó a Villar. Laporta, a la sazón presidente del Barcelona, rompió la disciplina de voto de la Liga y votó a Villar. Ganó Villar. Y ahí sigue.

Fue una campaña desagradable. Fue entonces cuando Sánchez Arminio se quejó en la reunión anual de árbitros de que todo había ocurrido ‘por uno que ha gastado mucho dinero y no ha ganado nada’.

Y ahora voy con los arbitrajes en España, con el Madrid y con el Barça

Hemos visto a Rodríguez Santiago concederle a Messi un gol con la mano (al Espanyol, el mismo día del ‘tamudazo’) y al día siguiente designarle para la final de Copa. El mismo Rodríguez Santiago había, esa misma temporada, concedido un gol del Espanyol contra el Madrid tras pitar una falta inmediatamente antes. He visto a Mejuto pitar un penalti a favor contra el Atlético fuera del área y ese mismo año ser designado para el Mundial, al que si finalmente no acudió fue por caso de que uno de sus liniers estaba pasado de peso. (Muchos años atrás, Guruceta pitó un penalti fuera del área a favor del Madrid, en el Camp Nou. El partido no acabó. Fue suspendido por seis meses y no volvió a arbitrar al Barça en toda su carrera).

Y al revés: he visto a Tristante Oliva concederle un penalti discutido al Madrid, al final de un partido contra el Valencia (el ‘ushiro nage’, ¿recuerdan?) que, por cierto, para mí fue. Bueno, pero para el caso es lo mismo. Bien, pues fue eyectado del sistema. El año siguiente era delegado de campo del Murcia. (No había llegado a la edad de jubilación). He visto a Daudén Ibáñez limpiarle un gol legalísimo al Atlético contra el Madrid (Helguera le lío con su protesta) y perder la internacionalidad.

Así que he visto pistas suficientes que explican, no justifican, que en caso de duda los árbitros hagan así en vez de asao. Ya sé que esto cada cual lo ve de una forma y con frecuencia hay quien me esgrime esta u otra jugada. Y sí, aún hay veces que el Madrid sale bien, y hasta veces que el Barça sale mal, pero son las menos. Y esto hay que mirarlo como un cuadro impresionista, tomándolo desde cierta distancia, no pincelada a pincelada.

Hemos visto incluso un nuevo indulto, en el verano de 2008, con ocasión de la Eurocopa. Pepe traía una suspensión de la Supercopa del año anterior. Pero a él no le alcanzó. Casualidad: la relación de indultados se anunció justo después del partido. Sí le alcanzó a Alves, entre otros, que traía suspensión de la Liga anterior y pudo empezar esa. Por cierto, aquella Supercopa la ganó el Madrid en un gran segundo tiempo, nueve contra once, en el partido de vuelta ante el Valencia. Tuvo dos expulsiones.

Hay coincidencias a comentar. Iturralde es árbitro estrella del sistema. Se ha distinguido por agitar a los árbitros en sus reuniones a favor del sistema. Lleva muchos años en Primera, ha arbitrado mucho a todos, también al Madrid y al Barça. Es el árbitro que ha arbitrado más derrotas locales del Madrid (seis) empatado con su abuelo. Promediando durante este tiempo los resultados del Madrid en partidos sin Iturralde y con Iturralde, tiene unas estadísticas bastante peores con este. En el caso del Barça, al revés: las tiene algo mejores con Iturralde que sin él.

Bueno, pues a él le dieron el Barça-Madrid del 5-0. Sería extravagante achacarle la goleada y sé que el mero hecho de citar este caso es exponerse a la caricatura. Pero si en un solo momento el Madrid pudo meterse en el partido, cuando Víctor Valdés, con 2-0 y tarjeta amarilla, le hizo el penalti a Cristiano, Iturralde se lo negó. Iturralde lleva años en Primera, ha arbitrado bastante a los dos.

¿Quién designa a los árbitros? Un triunvirato. Por la Federación, Sánchez Arminio, que sale en este texto por segunda vez. Por la Liga, Puentes Leira, nada que decir. Y un tercero, López Nieto, árbitro siempre bien relacionado con el Barça, que le invitó a más de un Gamper y le llamó para arbitrar la grandiosa ocasión del homenaje a Cruyff.

Bien, me dirán, ¿y qué tiene que ver Europa en todo esto?

Bueno, pues Villar es vicepresidente de la UEFA, además de presidente de la comisión de designación de árbitros, dato que en España, para mi sorpresa, mucha gente desconoce y menos gente aún valora. También están en la UEFA Gaspart como miembro de la comisión de las competiciones entre clubes (o sea, Champions y Europa League) nada menos y hasta Laporta, en el llamado Consejo Estratégico del Fútbol Profesional., cargo que no sé, dicho sea de paso, si sigue cuidando.

El Madrid no tiene a nadie ahí por ningún lado. Lo más parecido al Madrid que hay es Hierro, que salió de mala manera del club, en el llamado comité de fútbol, que estudia cosas del tipo de propuestas de cambio de norma.

Al revés, Florentino estuvo en la conjura de los grandes clubes, en aquel G-14 que trataba de afianzarse como un contrapoder de la UEFA. Aquel motín se disolvió, pero el resquemor quedó.

Para más completarlo, Platini, desde su llegada, se ha mostrado crítico con el fútbol de los grandes números y favorable al de cantera. Correcto. Pero lo ha expresado públicamente más veces de las convenientes. Criticó explícitamente el fichaje de Cristiano por 95 millones, como criticó la línea Abramovich. De hecho, ha lanzado la iniciativa del ‘fair play’ financiero, para cortar la progresiva incorporación de grandes millonarios a los clubes, cosa que a su juicio desvirtúa la competición.

Así que oficialmente el Barça es un club virtuoso, y además está introducido en la UEFA. El Madrid es sospechoso.

El Chelsea es algo más que eso, está visto poco menos que como un enemigo del sistema. Con todo y eso, se coló hasta una final, felizmente la de Moscú. Pero en otras ediciones le han abrasado. Particularmente cuando se cruzó con el Barça, que es justamente lo contrario. Aquel día fue la tormenta perfecta: Abramovich, enfrente el Barça, y encima si hubiera pasado el Chelsea se habría repetido la final del año anterior, Manchester United-Chelsea, dos de un mismo país. Todo eso junto explica el exceso de Ovrebo, que saltó todos los límites.

Así que no es raro que al Barça le vaya generalmente bien en los arbitrajes europeos también, y al Madrid generalmente mal. Ha puesto sus velas a favor del viento. Sin llegar casi nunca a lo de Ovrebo, claro. Pero no es de extrañar que si Guardiola expresa su preocupación por la designación de un árbitro portugués éste aterrice en la otra semifinal. O que si Mourinho ataca a cinco árbitros le pongan uno de ellos para el partido inmediato. Saldo: Pepe fuera con 0-0, luego los dos goles de Messi. Y gol anulado a Higuaín (anulación de verdad surrealista) con 0-0. Dos empujoncitos oportunos. Que parezca un accidente, como titulamos en AS. Y pasó el Barça.

No culpo al Barça, no se engañen. El Barça no hace más que estar en los sitios en los que hay que estar, hacer lo que el Madrid siempre hizo. El Madrid de ahora hace lo contrario, juega a otra cosa creyendo que va a liderar movimientos de futuro que hasta ahora no han tenido el menor futuro. Y tengo la impresión de que Florentino no entiende ni se entiende con el mundo del fútbol, que se lo figura de otra manera.

Pero el hecho es ése: hay ‘villarato’ y hay ‘platinato’ y las causas y las consecuencias están aquí expuestas.

No sé si usted habrá tenido paciencia para llegar hasta aquí. Muchos habrán abandonado pronto, asqueados. Otros lo habrán terminado, maldiciéndome para sus adentros. Otros lo considerarán verdad revelada, y unos cuantos una concatenación ingeniosa y bien urdida de hechos que apoyen una tesis fantasiosa.

En cualquier caso, quiero dejar claro que, ‘villarato’ aparte, valoro el juego del Barça como el mejor que he visto, o el que más me ha gustado, aunque no sea la única manera de jugar bien al fútbol que se conoce. Que nunca he visto a equipo alguno jugar tan bien y tan sostenidamente treinta o hasta cuarenta partidos al año, durante tres años seguidos. Que Guardiola me parece un ejemplo, al menos en la victoria, que es casi siempre. (En la derrota tras la final de Copa, patinó, es verdad). Que el trabajo de cantera del club es ideal y que en el torneo de Fútbol 7 de Brunete, y en su variante internacional de Canarias siempre he visto en la delegación del Barça una conducta ejemplar, lo mismo en el campo que en los encargados de los chicos, entrenador, delegado y demás. Que Xavi, Puyol, Iniesta y Piqué cuentan con mi admiración en el mismo tono o mayor de la que he profesado a los mejores jugadores españoles que he visto. Y Víctor Valdés, enorme portero, que ha aguantado desde muy joven la portería del Barça y la comparación inevitable con Casillas, que por llegar un poco antes le robó plano. Que Messi me parece un genio cuyo límite quizá esté más allá de los establecidos hasta ahora por los más grandes. Desde luego, a la misma edad ya ha hecho mucho más que Maradona. Que admiro el amor de un país a su equipo, esa identificación de un club con una idea, con una tierra que por otra parte me toca muy de cerca. He escrito bien y muy bien del juego de este Barça muchas más veces que del ‘villarato’, pero tengo la sensación de que nadie lo recuerda.

Y nunca, nunca, he pensado, dicho ni mucho menos escrito que el Barça se esté dopando.

Pero no dejo de consignar que esa habilidad para poner las velas al viento que sopla le produce réditos, y que esos réditos se traducen en un confort de juego del que sus rivales a menudo carecen.

Y que el argumento de que “el Madrid tenía antes esos favores” no va conmigo, pero en todo caso no viene a ser sino una aceptación implícita de la teoría del ‘villarato’, que según eso se justificaría por la necesidad de compensar una injusticia histórica.

Añado que me gusta el fútbol y que esto no quiere decir que piense que todo esté manipulado, sólo influido. Que no se trata de conspiración de gente en torno a una mesa, sino de sutilezas. Que es tan viejo como el mundo y que acompaña al fútbol desde siempre, ya he dicho que basta con recordar tantos mundiales. Y bastantes episodios recientes del Madrid o del Barça.


Yo lo llamo ‘villarato’

Y algo más, a demanda de muchos, como suelo escribir en mi ‘Twitter’. Me recuerdan un artículo de 2002 en el que yo ponía en solfa el victimismo del Barça y el Valencia con respecto a los árbitros por no sé qué incidente que habría favorecido al Madrid, supongo. Quizá sería el ‘ushiro nage’. Bueno, pues es sencillo explicarlo: tampoco creo que el Madrid deba hacerse la víctima ni presentarse como tal. Creo haber escrito muy recientemente que la conferencia de prensa de Mourinho me pareció un error que no conduce a nada. Ni el Madrid ni nadie debe quejarse de los árbitros, eso es estéril o, mejor, contraproducente. No recuerdo haber escrito nunca lo contrario. Me refiero a quejarse públicamente. Se deben quejar en las instancias oportunas, con discreción o, a ser posible, penetrarlas, compartir viaje con ellas, no enfrentarlas directamente.

Yo no soy victimista ni puedo serlo, porque no soy víctima. A mí no me arbitran. Yo cuento lo que veo y opino sobre lo que veo y no me inquieta que otros opinen distinto. Lo que me inquieta es que se sulfuren.

Sólo se trata de que gane el mejor, pero que gane sin ayudas.

¡SIN TEMOR!

Dentro de 24h. sabremos si estamos en la final de la Copa de Europa. La Final Four se presenta sin un claro favorito. Desde mi punto de vista tienen un 25% de posibilidades cada escuadra. Ahora bien, la ilusión y las ganas deben de inclinar ese porcentaje ligeramente a nuestro favor. La historia nos avala y debemos de hacer valer ese activo.


Somos un equipo joven, pero no deben de sentirse los novatos. Debend e salir a muerte. Es una oportunidad única de entrar en la historia y devolver al RMCF donde se merece. Barcelona debe de devolver su trono al verdadero Rey.


¡SIN TEMOR, A CONQUISTAR EUROPA!

Foto de www.berserkers-rmcf.es

jueves, 5 de mayo de 2011

11 vs. 11 y otras circunstancias

Mucho se vino especulando sobre la forma de afrontar los 4 “partidos del siglo” que tenía que afrontar Mourinho con la sombra alargada del partido de ida de la Liga sobre su cabeza. Ya se intuyeron algunas pruebas de lo que nos podría esperar, como aquel segundo tiempo contra el Villareal en el Bernabéu que tan buen resultado ofreció.

Llega el partido de Liga e introduce una variante, incorporar a Pepe entre la zona de creación madridista y la línea de 4 defensiva. Su misión era clara, impedir la circulación del balón en ¾ de cancha cuando los culés lo tuviesen. La orden a los jugadores también parecía evidente. Nada de ir a robar el balón para evitar un regate o una pared que dejase un hueco que aprovechase el Barcelona. Simplemente se tenían que limitar a cortar los canales de comunicación de los azulgrana, es decir, que no conectase Busquets con Xavi, Iniesta y Messi. Muchos se rasgan las vestiduras con la posesión culé en el primer tiempo, pero ¿esa posesión se traduce en peligro? El Barza estuvo anulado quitando unos 8-10 minutos donde crearon peligro real. Piqué a Busquets, Busquets a Piqué y el central del Barza teniendo que conducir el balón ocupando la zona creadores de juego blaugrana sin saber a quién darle el esférico. Mirando aquí y allá jugada tras jugada el fútbol culé se perdía en la impotencia. A esto el Madrid se fue soltando la melena estirándose cada vez con más peligro hasta concluir el primer tiempo con el Barza encerrado en su área y ocasiones clarísimas de gol, con aquella de Cristiana desbaratada en la misma línea al filo del descanso. El partido me pareció una perfecta imitación del Inter-Barza correspondiente a la ida de las semifinales de Champions del año pasado. Igual.

En el segundo tiempo todo el plan ideado se viene abajo por la expulsión, esta vez justa, de Albiol. Que diga que fue justa no quiere decir que el arbitraje fuese bueno, ya que el Barza debió de acabar con 10 por una NO expulsión de Álves y distintas varas de medir en los criterios de faltas y a la hora de sacar las cartulinas. Tras el gol de penalti de Messi, Pepe se ocupa el puesto de Albiol pero el Barza toma totalmente el control del partido. Nos tememos lo peor los asistentes. Mou mueve el banquillo reincorporando a Pepe en el centro del campo y sacando a Özil, quien dio un auténtico recital. Lo que se presumía como una goleada culé se torna en un partido de fútbol total, donde el RMCF con uno menos empata y tiene las ocasiones más claras para llevarse el partido. Mil veces pasa por mí cabeza aquella carrera de Adebayor por banda y Khedira disparando a las manos de Valdés. Con uno menos, el Barza tiembla.

Llega la final de Copa. En teoría mismo planteamiento madridista sobre el campo, pero hay una variante. Pepe se adelanta unos metros y con este gesto se estira todo el equipo. Una presión perfecta en la salida del balón del FCB y al toque de corneta se va a por ellos. Ocasiones clarísimas de gol (Pepe tuvo la más clara) y un Barza ahogado es la imagen de los primeros 45 minutos. Una pena el 0 a 0 del descanso. En el segundo tiempo se sufre un bajón físico importante que hace que el Barcelona goce de sus mejores minutos teniendo la final en su mano en determinados momentos. El Madrid aguantó a la perfección destacando la labor de Carvalho, que estuvo soberbio toda la noche. Ya en la prórroga sabemos lo sucedido, también bajón físico del Barza que igualó la contienda e hizo que el Madrid se hiciese de nuevo fuerte atrás. En distintos zarpazos arriba nos adelantamos y tuvimos alguna más para sentenciar antes del minuto 120. ¡CAMPEONES DE COPA!

Mou no lo celebra mucho. Sabe lo que queda por delante y sigue trabajando para pulir errores. Llega la ida de las semifinales ¿Cómo evitar el sufrimiento del segundo tiempo de Valencia? Durante los primeros 45 minutos nada de correr. A cerrar filas y ahí que no entre ni dios. Como así fue. Mucho se critica el planteamiento del Madrid pero ¿qué peligro ocasionó el Barza? Más allá de un disparo de lejano de Villa que se fue fuera, nada. Messi tenía que bajar al círculo central para entrar en juego, Villa se aburría pegado a la banda, Xavi levantaba la cabeza y no encontraba un pase decente. El resultado de 0 a 0 se daba por bueno (con el 1 a 1 de la vuelta estaríamos en Wembley), pero se decidió buscar el planteamiento del primer tiempo de Valencia. Se pone un 9 como referencia, salió Adebayor en el descanso, y Pepe vuelve a adelantarse unos metros. El equipo presionó ¾ de cancha y ahora, sin prórrogas y con sólo ya 45 minutos por delante, se pueden quemar las naves del estado físico. El Barza no salía de su campo y la presión del Madrid aspiraba a ser asfixiante. Esto no se podía consentir. ¿Qué hacemos? ¿Quién está haciendo daño al Barza? ¡Pepe, fuera! No sólo era un golpe en lo futbolístico, también en lo psicológico. Los jugadores sabían lo que significaba esa expulsión. Unos jugadores ya desquiciados por el teatrillo barato y cutre que ofrecían los jugadores de Guardiola (ese gran filósofo) y las más que discutibles decisiones arbitrales. Lo que estaba claro que de golpe se cercenaron las opciones de clasificación, no ya por la ausencia del jugador más relevante de los que han participado en esta serie de 4 partidos. Si no porque nos estaban exponiendo claramente que el Barza estaría en la final por lo civil o por lo criminal. En este caso hubo que recurrir a la segunda opción.

Lo sucedido en la vuelta ya era luchar contra los elementos. Nada se podía hacer. Aún así lo pelearon, lo lucharon y ahí tuvieron la heroica con la que algunos soñaban. Pero de nuevo por lo criminal...

En esta serie de clásicos que hemos vivido lo que se ha planteado sobre el tablero ha sido una auténtica partida de ajedrez que, en mi modesta opinión, ha ganado Mourinho. Si cogemos los números hemos quedado en tablas: una victoria para cada uno y dos empates. Pero el portugués movió mejor sus fichas que su homólogo, Pep Guardiola. El excelso juego del Barza, porque no vamos a negar que sean un equipazo y que cuando la mueven juegan al fútbol de maravilla, ha estado anulado en la mayoría de los minutos disputados. Les hemos ganado una final. Sólo han conseguido marcarnos un gol con 11 en el campo. Y sin la expulsión de Pepe a ver que hubiese sucedido. Y en caso de estar en Wembley, ¿quién hubiese criticado el planteamiento del Mou? ¿Quién hubiese criticado que jugase Higuaín si no le anulan el gol, mal anulado?

Se podrá rebatir mi percepción de los partidos que hemos visto. Pero la única verdad es el robo sufrido, si alguien dice lo contrario “un tonto se lo creerá. Un listo no. Pero aunque lo repitan 1000 veces no se convertirá en verdad”.

¡HALA MADRID!