martes, 12 de febrero de 2013

'Totus Tuus' en el Bernabéu

Foto: ABC
Aprovechando que además de todos los caminos, hoy también las miradas, van a Roma, el blog va a recordar la visita que un Papa, Juan Pablo II, realizó a España, concretamente en el Santiago Bernabéu.

Fue el 3 de noviembre de 1982 y el encuentro, como ya señalaba, tuvo lugar en nuestro Estadio, cando dirigía la entidad Luis de Carlos. Asientos, pasillos, zonas de pie, estaban abarrotadas por los fieles al descendiente de San Pedro según la Iglesia. Quince mil jóvenes se quedaron sin poder entrar al campo.
Desde primera hora de la mañana comenzó el movimiento por los aledaños del Bernabéu. Los puestos decoraban las calles como era habitual los días de partido, pero en esta ocasión no portaban ni bufandas, ni boinas ni material alguno relacionado con el fútbol. El morado no era el que acompañaba al blanco ese día, sino el amarillo del Vaticano. Era la jornada del encuentro de los jóvenes españoles con Juan Pablo II.
Se abrieron las puertas y varias horas antes de lo previsto el lugar de la reunión estaba a rebosar. También el verde por el que solían trotar 22 futbolistas, servía de espacio para acoger a más devotos, aparte de como escenario central del acto, decorado con la imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Encuentro. «Su Santidad Juan Pablo II se encuentra en el Bernabéu», es lo que oyó por los altavoces, cuya repercusión fue un fervoroso estruendo producido por las decenas de miles de entregados seguidores. Luis de Carlos sería quien dio la bienvenida al pontífice en la tribuna de autoridades, para transmitir después que para él  ese encuentro «sería inolvidable».
Foto: conferenciaepiscopal.es
En su vehículo habitual, el Papa dio la vuelta al campo saludando a los allí presentes para posteriormente dirigirse al estrado, donde recibe ofrendas de diversos jóvenes. Comienza su discurso: «Es éste uno de los encuentros que más esperaba de mi visita a España y que me permite tener contacto directo con la juventud española en el marco del Santiago Bernabéu, testigo de tantos acontecimientos deportivos. (...) Ni droga, ni el alcohol, ni el sexo, ni un resignado pasivismo (sic) acrítico -eso que vosotros llamáis "pasotismo"-  son una respuesta frente al mal».
Más de 90 minutos duró el discurso, alargado por el saludo del ministro de la Iglesia, a través de una ventana, a los millares de jóvenes que se quedaron en la Castellana. Se dio paso a los fuegos artificiales que daban fin a la jornada.