lunes, 13 de octubre de 2014

José María Castell


José María Castell fue una de las figuras más importantes  de nuestro Club a principios y mediados del siglo pasado. Jugador, directivo, arquitecto,... Vamos a reseñar cada una de las funciones que desempeñó en la entidad.

Fue jugador durante los primeros años de vida del Real Madrid, antes incluso de que el rey Alfonso XIII concediese el título de 'Real'. Lo más llamativo es que con solo dieciséis años ya era capitán-entrenador. Esta figura se entiende dentro del contexto de la época, donde los jugadores eran amateurs y no existía el entrenador tal como lo conocemos a día de hoy. Era el capitán quien dictaba las tácticas a seguir y quien debía de conformar las alineaciones. Castell actuaba de medio centro o de medio ala, coincidiendo en el tiempo con jugadores de la talla de René Petit, los hermanos Bernabéu, Teus, Soto Aranguren y Sansinenea. Se retiró con veintiséis años, asegurando que ya estaba viejo para seguir jugando al fútbol. Pero su vinculación con el RMCF se mantenía intacta. 

Castell disputa el balón al borde del área.

Además de por su destreza en el terreno de juego, también se le recuerda por la construcción de los mismos, ya que fue el arquitecto el viejo Chamartín. Otras obras destacadas fue el estadio del Metropolitano y la ampliación del edificio ACB situado en la Catellana. Durante la construcción del viejo Chamartín, pasaba muchas horas a pie de obra sin perder detalle. En una ocasión se presentó Alfonso XIII a verlas. Buscaba quien le dirigiese durante el paseo por la construcción y fue el mismo Castell, asegurándose bastante nervioso, quien dio las respectivas explicaciones al monarca. El rey felicitó al arquitecto por su labor, inicidiándose así ciertas relaciones con la familia real. 

Otras facetas que desempeñó en el Club fueron las de directivo en los años cuarenta, donde acompañaba al equipo en la mayoría de los desplazamientos por Europa; miembro del Comité de Competición en los cincuenta; y coordinador de las peñas. También perteneció a la Federación Castellana de Fútbol, siendo el tesorero de la misma. Por esta función fue condecorado con la medalla del mérito de dicha Federación. 

A todo esto, hay que añadir que fue el socio número uno hasta que falleció a principios de los ochenta. Dicho carné lo adquirió tras la muerte de un amigo suyo, el general Meléndez (presidente del Madrid de 1908 a 1916 y de 1939 a 1940). A Castell fueron a darle la enhorabuena tras entregarle el carné con su nuevo número y aseguró que no podría estar contento por su nueva condición ya que era consecuencia del fallecimiento de un gran amigo. Como curiosidad señalar que Don Santiago Bernabéu por aquel entonces poseía el carné número 12. 

Castell estrecha la mano a Miguel Muñoz.

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