En este artículo pretendo hablar de Alfonso Pérez Muñoz. Dicho futbolista demostró perder la dignidad y la personalidad el día que fichó por el Farsa. Y no por el hecho de firmar el contrato con dicho club, que puede ser entendible en su situación de aquel entonces. Si no por lo que diría en la rueda de prensa de su presentación. Repasemos los hechos.
A principios de los 90 sale un delantero joven de la cantera del Real Madrid para debutar con el primer equipo. Lo tenía todo para calar en la afición, dotado de un buen regate para librarse de defensores y encarar a los guardametas, joven formado en las categorías inferiores del Club, español, cuando salía cumplía... Y así fue, el respetable lo acogió con agrado. En el 95 se le comunica que no se cuanta con él y se va cedido al Betis. En la despedida las lágrimas le resbalaron por las mejillas quedando todo muy conmovedor. Al año siguiente, con Capello en el banquillo, hace la pretemporada y de nuevo se le dice que tiene que buscarse equipo. Regresa al Betis, esta vez fichado, y de nuevo en la despedida el numerito del llanto.
Tras hacer unas buenas temporadas en el conjunto verdiblanco el Farsa se fija en él y le contrata. Pues bien, el muy cara dura no tiene otra cosa que decir en la rueda de prensa de su presentación y suelta que toda su vida había sido del Barsa porque Núñez le regaló un pin cuando era pequeño. ¡Cojonudo Alfonsito! ¿Dónde quedan esas lágrimas vertidas en dos ocasiones distintas por abandonar, supuestamente, el Club de tus amores? Desde entonces no mostré más que mi desprecio a un jugador que me hubiese gustado ver aquel año que fuimos campeones con el técnico italiano. Tras ver lo hipócrita que pudo llegar a ser me alegré un montón de que no volviese a vestir la camiseta del Real Madrid... pero no fue así.
Hoy en día, Alfonso Pérez Muñoz, un culé de toda la vida, representa a nuestro Club en el Real Madrid de Veteranos sin que nadie diga nada ni levante la voz, ni las diferentes directivas que han pasado desde que juega, ni la afición, ni la prensa. ¡Indignante!
Por eso me gustaría exigir que Alfonso se vaya al equipo de veteranos del Farsa o de quien sea, pero que se le expulse inmediatamente de la institución. Es una deshonra que nuestros veteranos, que han escrito con letras de oro la Historia del Madrid, tengan que compartir camiseta con dicho elemento.
1 comentario:
AMEN.
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