viernes, 6 de noviembre de 2009

Sensaciones para el Derbi

El otro día un amigo me miraba raro cuando le comenté que quería que el Patético ganase al Chelsea. Me tomó la temperatura, olió la cerveza que me estaba tomando a ver si me habían echado algo, llamó al psiquiatra para comentarle lo que estaba sucediendo y a Íker Jiménez para contarle el caso paranormal. ¡¡Yo queriendo que ganase el Atleti!! Tras ver la cara de soponcio que se le quedó no tuve más remedio que evitar prolongar su agonía de buen amigo y explicarle mis motivos. El Atlético de Madrid estaba fuera de la Champions, ganando o no al Chelsea no se iba a clasificar, pero el estado de euforia en el que se encontrarían por ganar al equipo que dicen está más en forma del momento sería bueno para el Derbi. Me explico, y no ya basándome que quería que ganasen, porque con un simple empate ha bastado para conseguir lo que pensaba.

Ganan 0-2 a un 2ªb, pierden en San Mamés entrando en puestos de descenso y empatan contra el Chelsea en su campo quedando matemáticamente eliminados de la máxima competición europea ¡¡¡Y ESTÁN TAN FELICES!!! Si es que son de lo que no hay. Desde luego que este club de tres al cuarto no puede desaparecer nunca porque a mi me alegran la vida a base de carcajadas. Lo que creo es que si hubiesen recibido otros cuatro goles irían de pobrecitos, todo el mundo les daría palos y podría producirse un efecto revelador en los jugadores que les haría por un día dejarse los cojones, cuajar una buena actuación y rascar algo contra nosotros. Pero ha sucedido lo contrario (lo que quería que sucediese y que casi le cuesta un soponcio a mi amigo). En este estado de felicidad que tienen por estar en descenso y quedar eliminados el martes (ellos sabrán) sólo por mejorar algo en su juego, hace que se vengan arriba. Ya he escuchado en distintas tertulias radiofónicas y televisivas a los gurús atléticos vaticinando un empate o victoria colchonera contra el Real Madrid. Vale, de puta madre. Me conozco la historia. No sería la primera vez en los últimos 10 años (¡una década ya!) en la que se conceden la vitola de favoritos y salen escaldados.

Yo no tengo una bola de cristal ni soy adivino. El partido hay que jugarlo. Pero desde lo sucedido el martes, las sensaciones que experimento son las expresadas. Métanse en portales de casas de apuestas e inviertan en goleada visitante.

¡PUTA ATLETI!

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