lunes, 2 de noviembre de 2009

La máquina se engrasa.

Comparando el comienzo de temporada de la sección de baloncesto con la de fútbol, si en la segunda ya he mostrado mi preocupación, debo de decir que en el apartado del balón naranja estoy la mar de tranquilo. Es cierto que hemos empezado la ACB con resultados apretados, pero todo con victorias, y en Euroliga con una derrota en Rusia en un partido que dio la sensación de poder haberlo ganado. Fue un calco de lo ocurrido en Málaga unos días antes solo que esta vez la moneda al aire cayó cruz. Pero, volviendo a la comparación del fútbol, aquí sí se ve un estilo. Se aprecia como el entrenador (¿quién duda de Ettore?) tiene las ideas bien claras y se sabe que le pide a la plantilla. Lo demás es cuestión de tiempo, de que se conozcan los jugadores entre ellos y el entrenador y asimilación de un nuevo sistema.

El juego no era brillante pero se preveía que la semilla estaba puesta y que era cuestión de dejar madurar los frutos para recogerlos. Pues la cosa empieza a andar. Hace menos de una semana se aplastó al Prokom en Vistalegre en la segunda jornada de la Euroliga y en el BEC! de Bilbao, tres días después, se volvió a hacer lo propio en una plaza donde se puede exigir a un equipo como el Madrid ganar allí, pero no se sabía que se podría hacer de esa forma.

Brillante ver como se mueve el balón por el perímetro. Siempre un pase más de la cuenta para encontrar a un jugador sólo tirando de tres. Y con gente como Kaukenas, Bullock, Hansen (como arma el brazo el rubito)… pues blanco y en botella. Si a esto añadimos que ‘Sweet’ este año juega con menos presión y menos carga de minutos, se traduce en una muñeca letal lista para acribillar el aro rival.

Si alguien está sorprendiendo en este inicio de temporada es Lavrinovic. ¡Jugadorazo! al menos lo que está demostrando hasta ahora. Incluso se permite el lujo de sacarnos una sonrisa con un ‘no mate’ de chirigota. A ver si aguanta a este nivel toda la temporada, lo que sería una excelente noticia para nuestros intereses. Luego está la alternativa de los bases. Prigioni es el mejor base de la ACB y punto. Manda en todos los aspectos del juego y da gusto verle dirigir los ataques en estático. Llull sale para meter ese punto de revolución que muchas veces requiere los encuentros y que con tanto gusto recibimos los aficionados que los ‘videamos’. Además no es nuevo como se las gasta en defensa y esperemos que el tener al lado a alguien como Pablo le sirva para crecer más aún.

Velickovic apunta a ‘crack’ por mucho tiempo (lo que la NBA permita). Si la plantilla se reforzó con jugadores entrados en años en busca del éxito inmediato, lo de Novica es una apuesta de presente, porque cada partido que pasa da más muestras de la categoría que tiene, y de futuro, por edad y por el margen de mejora que tiene. El ‘indio’ ahí está, cumpliendo de momento, que no es poco. Le falta regularidad durante los diferentes instantes que está en cancha, pero ya juzgaremos según avancen las semanas. Al contrario que los demás este se lo tendrá que currar más. Por el bien del RMCF esperemos que acabe arrancando los aplausos de Vistalegre.

Pero lo bueno no es como esté el equipo ahora. Si no lo que viene por delante. Sergi Vidal ya está dejando muestras de a que ha venido. A parte de para aportar su experiencia la presión que mete en defensa es digna de elogio. Aún así podemos decir que está a un 70%, ganas tengo de verle al 100. El propio Llull ha tenido que ir entonándose poco a poco tras la resaca del Europeo y ya el otro día en Bilbao dejó muestras de que va recuperando el tono. Aún tiene que destapar el ‘tarro de las esencias’, como hizo el año pasado en partidos clave. No dudo que este año llegará ese momento y no habrá rival que le frene. En el juego interior tienen que incorporarse Van den Spiegel y el capitán, Felipe Reyes. Entonces ya sí que podremos decir que estamos todos (o casi todos, no me olvido de Axel) y con el nivel que está teniendo Darjus a parte de que descansará, más lo que pueda aportar el belga y lo que hará Felipe, que de sobra es conocido por todos, se completan las piezas de un puzzle de lujo. Además cuando reciban el alta estos dos últimos, reforzaremos una faceta del juego en la cual estamos flojeando, el rebote.

La conclusión es que el equipo está dando motivos para creer en el y este año, si no cae ningún título, estoy convencido de que al menos sí estaremos en la pomada por todos los que hay en juego. El jueves será una buena referencia. Seguro que vemos un bonito espectáculo.

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