El martes pasado, cuando regresaba a casa tras el triste 1-0 frente al Alcorcón (4-0 nos ganaron en la ida) pensaba meterme en el blog y “reventarlo”. Abrir una y mil entradas con diferentes frases, palabras o fotos de dirigentes de nuestro Madrid retocadas que pudiesen mostrar mi frustración. Andaba con firmeza, como si fuese marcando las huellas de mis pisadas en el asfalto de mi querida ciudad. Era la impotencia, que me salía por los pies. Al entrar por la puerta, tomarme un zumo y quedarme 5 minutos apoyado en la encimera de mi cocina, toda la furia que sentía se desvaneció. Me desinflé como un globo que no se ata.
48 horas después, más asentado y con cierta reflexión (cuando pienso sobre el RMCF la pasión me impide ser 100% objetivo) he llegado a la conclusión que el problema es de identidad. Puede parecer una tontería lo que voy a decir ya que alguno pensará que nada tiene que ver cuando hay 11 tíos en un césped con lo demás, pero el entorno de un Club influye en el terreno de juego. No hace mucho publiqué una entrada llamada RESISTENCIA MADRIDISTA, donde criticaba la pérdida de los valores del Real Madrid y como el Club se está convirtiendo en “otra cosa”. Algunos lo llaman empresa, otros SAD encubierta, yo ahora lo voy a llamar “otra cosa”, pero no un Club de fútbol y baloncesto. No el Real Madrid Club de Fútbol.
De aquellos polvos vienen estos lodos, porque se veía venir desde las no-elecciones con precandidatos de pandereta y del halago general del populacho que se postraba ante su dios. Con la directiva anterior se cometieron muchos errores. Centrándome sólo en lo deportivo, sobre todo el último verano, cuando se empecinó el anterior presidente en fichar un ‘crack’, que además no vino, en vez de atender las peticiones que solicitaba el entrenador de entonces, Schuster, y las necesidades reales del equipo. Luego si hubiese venido ese ‘crack’, hubiese sido la guinda del pastel. El caso es que dos años antes parecía que con Capello (me pongo en pie) se había instaurado algo que se había perdido en el periodo de los galácticos. El espíritu de lucha, la entrega y las ganas. Cuando fallaba la táctica surgía ese algo más que siempre ha tenido nuestro Escudo. Se fue el italiano, por desgracia, y se jugaba de forma diferente. Unos dicen que más bonito. Pero la semilla dejada por Fabio estaba ahí. Ésta duró hasta el año pasado. Con todo lo que estaba cayendo a nivel institucional, con los errores deportivos desde los despachos en verano (no así en diciembre), el cambio de entrenador… pero ahí estuvimos. Mejoramos los números de los dos años anteriores, donde quedamos campeones, y todavía me pregunto que hubiese pasado si Juande hubiese planteado, el fatídico día del Madrid-Barsa, un partido como lo llevaba haciendo 5 meses, con la defensa en su sitio. O hasta donde hubiese llegado la épica si no hubiésemos tirado la Liga en Valencia.
Había cosas que fallaban, sobre todo desde el palco. Desde fuera se estaba organizando un “golpe de estado” dirigido por Marca. Pero llegaba un partido y, jugando mejor o peor, los nuestros salían y daban la cara (permitidme obviar Liverpool, por favor).
Pero hoy… ¿qué nos queda hoy? No hay identidad. Todo está desmoronado. Acumulamos todos los errores del pasado. Lo institucional parece que va bien porque rebosan las P&M* en torno al señor “todopoderoso” que todo lo sabe y lo ordena. Ya no me quedan ni los días de partido de fútbol. Mi única ilusión a día de hoy, los del balón naranja.
No. Esta cada vez es menos un Club. Es “otra cosa”.
¡¡RESISTENCIA MADRIDISTA!!
PD:...lo peor, que siempre creeré.
*Para el que no lo sepa; P&M= pajas y mamadas.
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