jueves, 26 de abril de 2012

Con la pataleta de un crío

Si solo es fútbol ¿a qué se debe esta sensación que me acompaña desde que Schweinsteiger anotó el penalty decisivo? Es de esos días en los que no te quieres levantar de la cama. No se deja de dar vueltas sobre si hubiese entrado esta o aquella ocasión. Si el primer penalty se hubiese anotado. Si Casillas hubiese saltado un centímetro más o Robben ajustado un centímetro menos. Pero la realidad es la que es, estamos fuera de la Copa de Europa.

Ya avisé en su día que la única alternativa existente hoy en día era el Bayern de Múnich. Tiene un equipo muy completo y muy buenos jugadores. Pero también comenté lo que todos creíamos, que Barza y Madrid estarían en la final. Los partidos de vuelta han sido muy similares, con la salvedad de que en el Bernabéu siempre jugamos 11 contra 11 y en frente teníamos un equipo de verdad, no cuatro colegas que se han juntado en Londres para jugar el fútbol (estaba desconectado de la Premier, pero desde el sorteo de cuartos empecé a seguir al Chelsea y cada vez estaba más convencido de que el Barza iría a Alemania).

Las conclusiones que se pueden obtener de la eliminación de ayer son varias. Una de ellas es que Europa penaliza el más mínimo error. No se consideraba demasiado el gol postrero de Mario Gómez en la ida, pensando que la vuelta sería en nuestro Estadio. Visto el resultado ahora sí se le da mayor importancia. Otra conclusión; que la máxima competición continental sea así de dura y exigente es bueno. Hace valer más las 9 Copas de Europa que son la joya d ella corona en la sala de trofeos. Y por supuesto, una obviedad, que hemos vuelto. Tras unas temporadas de desconcierto en octavos, estos dos años seguidos llegando a semifinales hacen que la Décima se madure, muy poco a poco. Europa no es llegar y besar el santo. Mou confirmó que sigue. Sin lugar a dudas una buena noticia que el proyecto, por tercer año consecutivo, siga adelante, no como en etapas no tan lejanas.

Voy a ser sincero. Estoy muy jodido y no pensaba escribir nada porque tampoco sabía qué poner. Pero cuando me decía que los jugadores no pueden bajar los brazos y el domingo por la mañana tienen que salir a muerte, me cuestionaba por qué a ellos les voy a exigir el máximo y a mí no. Por eso estas palabras, que también están sirviendo de bálsamo, todo sea dicho. No nos podemos permitir el lujo de hundir nuestra moral por una eliminación cuando la Liga está en juego. Ser del Real Madrid es como formar parte de los Tercios españoles cuando el sol no se ponía en nuestro Imperio. Se puede perder una guerra, pero enseguida hay que embarcarse para la siguiente batalla. Es nuestro sino. Nuestra grandeza. ¡Nuestro deber!

No quería terminar sin mencionar el espléndido ambiente que pudimos vivir en los aledaños del Colisevm. Precioso. Al menos, ganemos o perdamos después, estamos volviendo a estar presentes en las grandes citas y a vivirlas. Respecto al homenaje a Juanito por parte de los de “detrás de la portería”, Ultras Sur (no por el Real Madrid, como decían los medios de desinformación el día anterior), sensacional en todos sus aspectos. Un ambiente, colorido y tifo vocal acorde para la ocasión.

El año pasado fue la Copa. Este año está al caer la Liga. ¿Qué toca la temporada que viene?

Cabreado, desilusionado y rompiéndome la cabeza, pero listo para el próximo envite. Eso siempre.

¡HALA MADRID!

1 comentario:

Anónimo dijo...

RESISTIR, LUCHAR, VENCER.

¡Sólo RMCF!