martes, 22 de marzo de 2011

Redención

En el día de hoy se inicia una nueva etapa en lo deportivo para el Real Madrid en la presente temporada. Es una época que llevamos mucho tiempo ansiando los madridistas. La moneda se ha lanzado al aire y las sensaciones que tengo, y que he podido contrastar con otros camaradas con el mismo sentir, es de cara o cruz. Todo o nada.

El mejor Barcelona de la historia, que no el mejor equipo, se cruzará en nuestro camino del resurgir. Europa espera, tanto en fútbol como en baloncesto. Un calendario vertiginoso, que impone y da esperanza por igual, acude a nosotros hasta el final del ejercicio deportivo.

Esta noche, en la Caja Mágica, escenario controvertido por el error que ha supuesto el traslado desde Vistalegre, concentra las esperanzas de volver a la élite europea. No es cuestión ya de alzar el título, sino de estar ahí, presente. Peleando por coronarse. Es el lugar que corresponde al Real Madrid y del cual nunca debió apearse, o no de forma tan prolongada en el tiempo. Unos años se conseguirá el objetivo final, otros no. Pero la sombra de nuestra leyenda debe de hacerse presente año tras año en las Finales a Cuatro. Nos enfrentamos al Valencia, un equipo venido a más desde la llegada de Pesic. No es una perita en dulce, pero sería de necios decir que están a nuestra altura. Debemos apearles de la competición continental. Aún así, recuerdo las palabras de Paco Buyo tras la fatídica eliminación contra el Odense a mediados de los 90': “En Europa hay que andar con pies de plomo”. Los partidos habrá que pelearlos, estar listos para la trincheras, guerra de guerrillas, que será lo que nos planteen los valencianos. Como siempre la mala suerte se cebó con nosotros en forma de lesión de Sergio Rodríguez para toda la serie. Nos quedamos sin base, ahora sólo Prigioni y supongo que un reconvertido Llull deberán de capitanear el drakkar madridista.

Y en esa batalla debe de entrar el público, tan poco asiduo al pabellón, con cierta razón, y tan apático el poco que acude, aquí ya sin excusas. El grupo Berserkers ha dejado ver por internet el lema “¡RECUPEREMOS EL ESPÍRITU DE VISTALEGRE!” Desde mi punto de vista, acertada frase rememorando los grandes ambientes que se han vivido en Carabanchel, con las semifinales del Unics Kazan en la ULEB del 97 grabada en la memoria de los que asistimos. 15.000 almas empujando al unísono llevando al equipo en volandas. ¡Qué gozada! Nunca viví antes, ni volví a vivir después, una situación similar. Recordaba al Bernabéu de antaño, de las grandes ocasiones. No pido algo igual, pero sí que la gente acuda concienciada, como el pasado miércoles en Chamartín contra el Lyon. No esperemos peras del olmo y que la gente se ponga de pie a animar, ya que, por desgracia, ni en sueños. Pero sí que estén metidos en el partido y empujen todo lo que puedan.

Después espera, en fútbol, el Tottenham. No quiero olvidarme del Sporting y los sucesivos partidos de Liga, los cuales son finales ya que no podemos permitirnos ni un sólo tropiezo. Pero en Europa vienen curvas con el Barsa en el horizonte de unas posibles semifinales contra los cerdos del Camp Nou si logramos eliminar a los ingleses. Esta no será tarea fácil, más con el partido de vuelta en las islas de la pérfida Albión. El equipo representante de la burguesía judía londinense es rápido, con unas contras vertiginosas. Será importante sacar un resultado más que satisfactorio en casa para ahorrarnos problemas cuando les visitemos, pues no sería raro sufrir allí. Esta parece la Champions de los “DerJudens!”; primero el Ajax, ahora Tottenham y después del Farsa. Nos faltó el Maccabi Haifa.

Tras la vuelta de cuartos, el Barsa en Liga. Todas las opciones de alzarnos con el entorchado liguero pasan por ese encuentro. El 'golaverage' se podría decir que está perdido, así que no hay que igualarles a puntos. Sencillamente hay que ser mejores que ellos. A ver si de aquí a esas fechas algún equipo nos hace un favor aunque sea con un empate. Si conseguimos acercarnos más a ellos, cuando sientan nuestro aliento en el cogote, se empezarán a poner nerviosos y a Guardiola, el filósofo de filósofos, se le notará el marrón en los pantalones. No sería la primera vez. Quien nace perdedor, muere perdedor.

Cuatro días después: ¡¡A VALENCIA!! De nuevo Valencia. El destino ha querido que los caminos hacia la gloria, esta temporada, parten desde la capital del Turia. Tengo la suerte de poder vivir lo que allí sucederá en primera persona. Pero eso no es óbice para criticar un sorteo injusto para el reparto de entradas. Los socios no abonados tenían los mismos derechos que los Euroabonados. Injusto se mire por donde se mire, ya que llevamos más de un lustro sin compensar la diferencia de coste entre euroabono y abono y nos tragamos ciertos partidos como para que luego disfrute de esta fiesta alguien que a lo mejor lleva años sin pisar el Bernabéu o sin viajar siguiendo al equipo. No hablemos ya de las entradas que se llevarán los amiguitos, empresarios y políticos, del Tito Floren y patrocinadores que quitarán su asiento a algún socio madridista de corazón. Tal vez esa gente ni sepa que al fútbol se juega con una cosa redonda que hay que dar patadas.

Desde 1992 sin ganar la Copa, tras dos finales perdidas en la década pasada, y en frente el Enemigo. ¿Más alicientes? Sería un buen golpe de efecto levantar el título delante de sus narices. Una final como las de antaño, con los dos grandes, las dos aficiones en una ciudad neutral... Veremos que sucede en todos los aspectos.

Y si la lógica se impone: el Farsa en semifinales. Vaya, otra vez jugándonos un título. Este año se accede a los galardones por la vía directa. El fútbol es el fútbol y luego puede salir todo del revés, pero observando el nivel de los equipos que pelearán por la Copa de Europa el campeón debería de salir del vencedor de esa hipotética semifinal. Pero no sería la primera vez que este maravilloso deporte nos diese una sorpresa rotunda. Semifinales a golpe de taco. Con la moral de algunos los contrincantes mermada tras lo que pueda suceder en Mestalla y en el Bernabéu en la competición doméstica. El handicap, que la vuelta es en Barcelona. En el recuerdo aquella semifinal de hace 9 años, donde ya pusimos a los culerdos en su sitio.

Por allá en el mes de mayo, tras esta montaña rusa de sensaciones, lo que viene no es menos emotivo. Final de Liga de fútbol, los Play-Off por el título de baloncesto y ¿Sant Jordi y Wembley?

El momento de la redención ha llegado. Podemos dar un golpe encima de la mesa o recibir una dura puñalada histórica. Si se consigue lo que todos tenemos en mente por el bien de nuestros intereses, que se queden con su 2-6, su 5-0 y toda su miseria. Hago mía la maravillosa frase que utilizó US en el tifo contra el Lyon: “CUÁNTO MÁS GRANDE ES EL OBJETIVO, MAYOR ES LA GLORIA DE CONSEGUIRLO”. Les sobra razón. Lo que tiene que escocerles es que si nos derrotan en todo, pese a conseguir un hito en su historia, seguirán siendo unos segundones en España y en Europa. Nuestra Gloria sólo puede aumentar, no ser igualada.

VENCER O MORIR.

1 comentario:

Madridista sin complejos dijo...

Joooooder. Menudo subidón da leer este artículo.
Siempre creo que el deporte en general y el fútbol en particular son "caprichosos" en su destino, y el hecho de jugarnos TODO contra los nandrolonistas en un mes, sería esa especie de "revancha" por las dos goleadas, además del golpe en la mesa que hay que dar para volver a dejar las cosas en su sitio natural.

A ver que nos deparan los meses de Abril y Mayo.

Enhorabuena por el artículo.