Sólo con la forma de acariciar el cuero, su pose y predisposición se sabe que día va a tener el 14 madridista. Empieza el partido de Riazor y tras los primeros lances del juego toca un balón Guti. Un amigo y yo nos miramos con cara de complicidad pensando lo mismo. Mi compañero dijo una frase que lo tradujo “hoy la rubia está cachonda”. ¡Y tan cachonda!. Se veía que a Gutiérrez el sábado le apetecía jugar al fútbol y tocaba recital. Tal vez lo que no acertamos a pensar los dos era hasta que punto nos haría disfrutar en un campo donde no ganábamos desde hacía 18 años. “La rubia”, desde el aprecio que tenemos al capitán, es maltratado por la prensa achacándole un carácter que no le corresponde, según su entorno. Si de algo culpo a Guti es de su irregularidad a lo largo de su carrera. Y le declaro culpable de ello porque nos ha privado de muchas tardes de magia. Eso sí, cuando ha decidido hacernos gozar, ¡cómo lo hemos hecho!
En La Coruña nos elevó a los madridistas y amantes al fútbol a otra dimensión. En el terreno de juego hubo 21 jugadores y él. A otro nivel. Fue mucho más que el taconazo que sale en todas las portadas. Lo único que ese gesto fue el titular que eligió el capitán para recordar el 30 de enero del 2010 como su día. Es increíble la cantidad de cosas que es capaz de procesar el cerebro en una fracción de segundo. Lo digo porque desde el momento que dio el taconazo hasta que remató el francés, por mi cabeza pasaron mil despropósitos pensando en la locura que estaba cometiendo. Al ver materializada la ocasión tardé en reaccionar para celebrarlo esperando que el corazón volviese a su sitio del vuelco que me había dado.
El Madrid plantó un equipo compacto que copaba todas las zonas del juego moviéndose con equilibrio todas las líneas. El chileno cambió a Arbeloa al lateral derecho donde estuvo soberbio. En defensa siempre cumple y en ataque siempre oxigena y, el otro día concretamente, llevó mucho peligro por su costado. El único pero que en ocasiones llegaba a su labor defensiva con la lengua fuera, cosa que no es culpa suya si no de un aspecto del juego de Pellegrini que llevo tiempo denunciando y sigue sin saber atajar. Las bandas del Madrid están descuidadas. Un extremo veloz como los que nos podemos encontrar en Europa a estas alturas o entre los ‘gallitos’ de la Liga nos puede hacer mucho daño de esta forma.
En el centro de la defensa Albiol sigue confirmando que ha sido un gran fichaje y Ramos, de central en esta ocasión, estuvo muy bien exceptuando el penalti. Sergio está centrándose en jugar esta temporada y lleva un muy buen mes de enero. Clase y potencial físico no le faltan. A ver si vuelve por los viejos fueros porque lo agradeceríamos mucho. Parece que está en camino. Marcelo cumplió el otro día pero sigue mostrando sus deficiencias defensivas y que el Madrid el año que viene necesita un zurdo pegado a esa banda que ofrezca más garantías que el brasileño.
La magia vino del centro del campo. Xabi Alonso estuvo enorme. ¿Por qué? Muy sencillo y lo que he comentado otras veces, tenía compañeros que se ofrecían, apoyos en corto, en largo, gente doblando por banda, tirando desmarques… Nos ofreció un buen recital de pases de 25 metros al pie del resto de madridistas que descongestiona el juego y ofrece alternativas en ataque abriendo el campo. Ya hay quien dice que Lass le perjudica y por eso el otro día jugó bien. Pues recuerdo el partido de Mestalla, entre otros, donde estuvieron juntos el francés y el tolosarra. Todo ello acompañado de Granero (le ha sentado bien el toque de atención del míster) y de un Kaká que si bien seguimos esperando más de él, el otro día acompañó bien el juego del equipo. Insisto, sin grandes alardes.
Arriba un Raúl desafortunado pero luchador y trabajador como siempre. En la ocasión frente Aranzubia no le achaco nada ya que el balón lo enganchó desde atrás y eso impide que puedas dirigir el esférico, más que engancharlo y lanzarlo hacia adelante, con la suerte, mala en este caso, de que el portero vasco se la encontró. Benzema firmó dos goles, uno de ellos obra de Guti y el segundo tras una gran combinación que inició él pero que fraguó un gran Arbeloa, tras un pase al hueco de Kaká. Sí, dos goles pero sigue levantando dudas. Me quedo también con las ganas que puso el otro día aunque a veces parece que no toma la decisión acertada a la hora de dirigir un desmarque.
Y hay que terminar el apartado volviendo a hablar de él. La visión que tiene este hombre es poco conocida en el fútbol actual. Ve más allá que los demás. Recuerdo en una contra donde Kaká se abría por la banda y parecía el pase más lógico, el que yo mismo reclamaba. Aguantó y aguantó hasta que mete el balón en un hueco inexistente librando a Benzema de la marca de dos centrales y poniéndole una ocasión de gol en bandeja. Entonces decides que cada vez que toque el balón Guti mejor es estar callado y esperar a ver con qué te deleita. Si no hace una cosa es porque tiene otra en mente mucho mejor. Y me quedo con un detalle: el gesto de rabia en la celebración del tercer gol. Ese gesto es el que define el espíritu de todo el madridismo.
¡GRACIAS, GUTI!
1 comentario:
soy un lector asiduo a su blog y comentarle que me encanta la manera que tiene de ver el futbol y la forma de expresar los sentimientos de todos los madridistas, tan solo darle animos para que siga adelante con este proyecto tan bonito.
GUTI ALE, GUTI ALE, FORZA GUTI, GUTI ALE
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