lunes, 8 de octubre de 2012

Resaca de otro partido del siglo

Ayer se vivió un bonito espectáculo futbolísticamente hablando. Podrían quedar contentos los dos equipos porque ambos no pudieron dar más. Sin embargo, personalmente, no estoy para nada satisfecho. Tengo la sensación en los últimos tiempos de que les estamos perdonando la vida excesivamente. Si en los dos últimos meses no se ha dado un resultado escandaloso e histórico a favor nuestro, es por matices que podrán justificarse de mi formas: mala suerte, falta de puntería,... Pero siempre sucede algo que lo evita, sea una decisión arbitral equívoca (no lo digo por el día de ayer), un fallo defensivo o rematar mil veces contra el portero en un mano a mano.

 No pretendo buscar culpables, pues no los hay. El Madrid está jugando muy bien y no se puede señalar a nadie por no machacar a los azulgranas. Pero es la sensación que tengo. Yo no estoy contento. Ayer se pudo ir al descanso con un resultado amplio y en la vuelta de la Supercopa se pudieron ir con un saco, cuando al final se acabó sufriendo. Lo que sí me consuela es una de las pocas verdades que dijo Guardiola en su día, el Madrid siempre está ahí. Sinceramente, ocho puntos a estas alturas no me parecen excesivos. No permiten margen de error y convierte la Liga en una cuesta arriba, sí. Puede pasar factura en abril, también, sin duda. Pero no es decisivo ni mucho menos. Como muestra de imposibles conseguidos, el partido del Manchester City, el cual creo que cambió la dinámica psicológica de los jugadores totalmente.

 Respecto a senyeras, independencias de países chiquititos y todo aquel trajín superficial  fabricado por políticos corruptos e incompetentes, no me quiero extender mucho, ya que para mí, España es mucho más importante que todo eso. Fútbol incluido, faltaba más. Y lo siento mucho, pero soy incapaz de frivolizar con mi país. Ver ayer a 90.000 (a saber si eran tantos) personas mostrando sus frustraciones no me dice nada significativo. Simplemente recalcar, que a ver quiénes son  luego los violentos,  los que politizan el deporte y los que crean crispación. Los ultras son los que hacen todo eso ¿verdad? En realidad, lo que ven mis ojos, es a gente de azul, con casco y porras generando violencia; clubes de fútbol politizando el deporte; y periódicos haciendo caja queriendo enfrentar a estos con aquellos.

De todas estas tontería culpo también a los culés de fuera de Cataluña, que si tanto quieren a su club y a su país, España, como ellos dicen, no entiendo como consienten tanta desfachatez. ¿Anteponen su equipo de fútbol a su país? Es absurdo y de espíritus pobres.  Por los bajos fondos sí que critican la decisión del Barza de poner tope al número de socios, porque veían que el club perdía su identidad catalana ante la demanda de peticiones del resto de España, más luego no son capaces de alzar la voz cuando la junta directiva visita sus provincias. Veo genial que los culés de Cataluña se quieran auto-marginar. Lo aplaudo. Cuanto menos se sepa de ellos mejor. Pero que la gente sea consecuente y coherente. Sin duda, desprecio más a los barcelonistas de fuera de Cataluña que a los que son de allí. Lo que no es poco.

Para terminar, un apunte para supersticiosos de esos que hago de vez en cuando y que luego nunca se cumplen. Esperemos que no sea el caso. La última vez que el Madrid empató a 2 en el Camp Nou, adelantándose ydejándose remontar para empatar en última instancia, con doblete del 7 y una celebración especial dedicada al público allí presente, se terminó ganando la Copa de Europa. Aquella fue la Octava. ¿Más coincidencias? También fue a principios de octubre, empezamos mal la Liga y nos sacaban seis puntos. A partir de ahí, si creéis en meigas, adelante con vuestras elucubraciones.
 

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