miércoles, 4 de mayo de 2011

Se acabó la pantomima

Una de las personas con las que vi ayer el partido entraba por la puerta eufórico, teniendo una corazonada. Se sorprendía con mi pasotismo ya que está acostumbrado a verme desbordar optimismo en estas situaciones. Lo mismo me comentó una tercera persona durante el partido “qué tranquilo te veo ¿estás bien?” Se podía decir que sabía lo que iba a suceder. Por la mañana escribí, “confío en el RMCF”, “no en la UEFA”. No descubro nada si digo que el guión estaba escrito. Ayer, otra muestra más. Muy bien, que le den la final al Barza. Que le hagan campeón de Europa. Genial, nadie dice nada. Pero que nos ahorren todo este espectáculo bochornoso a los aficionados. Que no nos hagan gastar el dinero a lo tonto. Que me devuelvan el tiempo invertido en ver este teatrillo de semifinal que nos ha impuesto el máximo organismo del fútbol europeo.

No solo nos hacen actores principales de una función penosa, además se regodean de ello. Se lucran. Lapidan. En este caso en concreto a José Mourinho. Alguna hostia le ha caído también a Karanka. Y a los aficionados que pensamos como pensamos nos intentan hacer quedar como “llorones” o “catetos”. Yo digo lo que una vez oí; “una mentira repetida 1000 veces los tontos se la creen, los listos no.” Ya sabéis quien lo dijo. Pero que lo diga todo el mundo no hace verdad a una mentira. No me resigno. No cuentan con mi beneplácito de todo este montón de mierda que han creado. Maloliente. Putrefacta. De la cual se alimentan los moscones de turno después de untarnos con ella.

Sabían muy bien a quien tenían que expulsar en la ida. Había un hombre que estaba arruinando al Barza en los 3 partidos que se estaban disputando. Era la tecla clave que tocó el entrenador madridista. Éxito nunca reconocido. Siempre criticado por conservador. No voy a entrar ahora en esto porque exclusivamente de fútbol hablaré en otra entrada. Pero tiene miga. De un plumazo fuera nuestro mayor activo en el partido de ida y para toda la vuelta. Manos. Actuaciones lamentables sobre el verde de los mejores actores culés. Distinta vara de medir la dureza de las entradas de un equipo y otro. En fin. Para ellos su Champions. Para la UEFA su miseria y su pasta gansa recaudada.

Hubo quien se llevó las manos a la cabeza cuando Mourinho dijo en la rueda de prensa de la ida que era imposible remontar. Agradezco la sinceridad del portugués con la afición y el mundo del deporte en general. Se podría haber hecho mención a la heroica, la historia del Madrid, a Juanito, las noches mágicas,... ¿para qué? Mejor dejar tranquila a nuestra historia inalcanzable e inmortal, que se debe de estar retorciendo con lo acontecido estos días. Mourinho sabía muy bien lo que estaba sucediendo y lo que iba a suceder. Era imposible remontar. A los que le criticabais por ello ahí os dejo el gol anulado al 'Pipa'. Ver para creer.

Desilusión es lo que define desde el pasado miércoles mi estado de ánimo. Desánimo porque mi entretenimiento se ve frustrado por los corruptos. Nunca me había levantado para irme del Estadio antes de concluido el partido si no era por una causa de fuerza mayor. Ese día me iba a la puerta de salida hasta que me convencieron para que me quedase. Al ver el color rojo de la cartulina me sentí engañado, ultrajado, ninguneado. Como aficionado madridista o como consumidor de un producto, como queráis verlo.

Aquel Corea – España del 2002, la final olímpica de baloncesto entre EE.UU – España, el atraco de Stamford Bridge, estas semifinales de Champions,... nos muestran que estamos ante un espectáculo teledirigido. Con un guión preestablecido. Entonces ¿para qué todo este circo? Bueno, está claro, para sacar dinero. Lo único para lo que sirve. Pero da asco, mucho asco. Los dioses de la Antigua Grecia se tienen que espantar en su Olimpo al ver como los valores del deporte que pregonaban se ven machacados por el mundo moderno. El barón Pierre de Coubertin o bien se retuerce en la tumba de lo que están haciendo los corruptos, o se auto felicita por ser el que puso la primera piedra del edificio del lucro y la deshonestidad a costa del esfuerzo de los deportistas y las ilusiones de quienes les siguen. Porque sinceramente ya no se qué pensar.

No, no voy a abandonar. Porque esto me gusta, entretiene, me da la vida y llevo demasiado interiorizado al RMCF como para prescindir del deporte, lo que supondría prescindir de el. Pese a la UEFA, Florentino Pérez, Juan Carlos Sánchez, la Euroliga, Villar, la ACB,... y toda la morralla y ruindad que se ponga por delante siempre estaré enarbolando la bandera blanca y morada junto a la roja y gualda. Porque quien resiste, vence. Y ahora más que nunca debemos de permanecer unidos los que realmente nos consideramos miembros de la familia madridista. Pocos. Somos muy pocos. Llevar una camiseta comprada en la tienda oficial del Club no es serlo. Pero aún siendo un puñado de incondicionales, si nos mantenemos firmes y unidos no nos apartarán jamás y el Real Madrid en su integridad seguirá igual de vivo que siempre. Cada uno en su parcela (ya sea en la grada, en internet, en la calle, el bar,...) pero siempre en la misma dirección. Defendiendo, aleccionando y, si la ocasión lo requiere, ajusticiando.

Toda esta fuerza la baso en una ilusión que ha creado un hombre, un mercenario del fútbol, pero que ha traído justo lo que necesitábamos. Hay quien se sorprende de como hablo de él, José Mourinho, ya que nunca he sido dado a idolatrar a nadie, no llevo un nombre en mis camisetas del Madrid o de España. Soy poco dado a cánticos personales salvo honradas excepciones más allá del minuto 7 de cada partido. Pero el de Setúbal nos está mostrando un camino. Más que a los aficionados que llevamos años ahí, al propio Club. El comunicado oficial de apoyo que emitió la institución dos días después del partido de ida y las continuas alusiones en distintos artículos al atropello como Club que estamos sufriendo son una muestra. Además, se hizo público el apoyo del Club al entrenador. El Madrid, después de un letargo confundido con caballerosidad que dejaba a los pies de los caballos a aficionados, entrenadores y jugadores en nuestro pasado más reciente, parece que ha reaccionado y ha decido defender lo que es suyo. Es plausible que hayan reaccionado, pero era exigible. Un caballero no lo es por su silencio o por dejarse pisotear. Un caballero sabe cuándo ser clemente y reconocer el honor y coraje de sus adversarios si la situación lo requiere concediéndoles una muerte honrosa. Pero también sabe cuando coger la espada.

Los ineptos a los que les concedieron la carrera de periodismo pueden seguir escribiendo lo que les venga en gana. Los culés pueden aumentar su soberbia. La gente puede tragar con lo que desee. Pero la verdad es sólo una. El RMCF sólo es uno. Defendámoslo.

1 comentario:

Madridista sin complejos dijo...

Lo mejor que he leido en mucho tiempo. Madridismo puro, de corazón y verdades como puños.
Como bien dices "debemos permanecer unidos", entre otras cosas, porque como dijo Mou: "Lo mejor está por llegar".
Un saludo Y HALA MADRID!!