miércoles, 24 de abril de 2013

La Segunda Copa de Europa 1964-65

El Real Madrid era el vigente campeón de Europa y el baloncesto llegaba al gran público debido a que se televisó la consecución del primer entorchado madridista más allá de los Pirineos con una gran acogida. Para la temporada 1964-65 se consiguió que se televisasen todos los partidos de la Copa de Europa y alguno de Liga. El dinero que generó la televisión fue a parar a un fondo común del que se beneficiaron todos los clubes.
 
En el Club blanco Ferrándiz sustituiría al malogrado Joaquín Hernández compaginando esta función con la de seleccionador nacional. Hanson causó baja en la plantilla y para cubrir su hueco se contrató a Scott. El Real Madrid se mostró intratable en la competición doméstica perdiendo un solo partido, contra el Picadero, y haciendo doblete tras ganar también la Copa. La guinda al pastel la pondría la segunda Copa de Europa consecutiva, equipos soviéticos mediantes.
Para tal fin primero hubo que eliminar al representante finlandés en la competición y al campeón francés. En semifinales esperaban los yugoslavos del OKK de Belgrado, con Radivoj Korać a la cabeza. Esta eliminatoria se recuerda como una de las páginas más gloriosas de la historia de la sección, disputándose la ida en Madrid. El partido en Belgrado se alargó más de lo debido por problemas con el marcador electrónico. El conjunto blanco llevaba de la ida una renta de 26 puntos, lo que no impidió que se sufriese lo indecible en territorio yugoslavo. Finalmente el RMCF alcanzó la final con el propio Korać rindiéndose a los encantos del equipo español.
En la final esperaba el TSKA de Moscú y la suerte parecía echada. Ningún equipo occidental había logrado vencer a los soviéticos. La ausencia de los equipos de la URSS en la anterior edición había restado cierto valor a la consecución del título logrado por el Madrid de cara a la galería, así que se presentaba la ocasión de demostrar que no fue circunstancial, como así fue.
En Moscú el equipo sucumbió por siete puntos, 88-81. La vuelta se disputó en el Frontón Vistalegre con la presencia en el palco de los Príncipes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía. Contra todo pronóstico, el conjunto madrileño doblegó a los rusos con un inapelable 76-62, remontando la eliminatoria final y, ahora sí, demostrando quien mandaba en el viejo continente. La segunda Copa de Europa añadía lustre a la primera obtenida. Emiliano, una vez más, se mostró clave en el partido decisivo aportando 24 puntos que le convertían en el máximo anotador del encuentro. El capitán Carlos Sevillano, por segunda vez, levantaba el título de más deseado.
Burgess y Korneiev luchando bajo el aro, mientras Clifford Luyk
y Borodin ruedan por los suelos.
 

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