René Petit

Su nombre era Renato Petit de Ory y nació en Dax, Francia, en 1899. El lugar de nacimiento fue un hecho circunstancial, ya que su infancia la pasó en el País Vasco hasta que a los 12 años se trasladó a Madrid. En la capital española estudió en el colegio del Pilar, donde empezó a jugar al fútbol. Su vida, personal y futbolística, se desarrolló en España, pero los colores nacionales que defendió en el terreno de juego fueron los franceses.

En 1915 ingresó en las filas del primer equipo de Real Madrid junto a su hermano Juan. Antes había pasado por todas las categorías del Club, ya que fue en infantiles cuando empezó a vestir la zamarra blanca. El verano de su llegada coincidió con unos reajustes en la Junta Directiva del Club, que no afectó a la presidencia. Adolfo Meléndez seguía como máximo responsable de la entidad. El equipo contaba con grandes jugadores pero terminó la temporada sin ningún título.

Cuando René era jugador blanco, el RMCF disputaba sus partidos en la calle O'donell, junto a la Plaza de Toros. De joven, donde destacó en el Pilar para irse a los infantiles del Madrid, jugaba de delantero-centro. Cuando debutó en el primer equipo su situación en el rectángulo de juego era centrocampista y delantero. Pero en realidad era un todo terreno. Un jugador muy completo que llegó a ejercer incluso de defensa.

Era el año 1916 y el Madrid consiguió el Campeonato Regional. La última vez que lo había obtenido fue en 1913. Se lo jugaron frente al Athétic, al que se derrotó por 3-2. Junto a René formaron: Goicoechea, Erice, Irureta, E. Aranguren, Castell, La Serna, Santiago Bernabéu, Montenegro, Juan Petit (hermano de nuestro protagonista) y Sotero Aranguren. La desilusión llegó con la final de la Copa de España, donde el Athlétic de Bilbao nos derrotó por 4-0. Este resultado conllevó un nuevo reajuste de la directiva, quedando al frente de la misma Perico Parages y Diego Madrazo.

El jugador franco-español era un portento físico. Se “recorría el campo como si fuese un corredor de fondo”, como él mismo indicó recordando su pasado madridista. No era muy goleador pese a poseer un portentoso disparo. Otras de sus virtudes eran el pase, por eso jugó fundamentalmente en la posición donde se sentía más cómodo, de mediocentro. De delantero bajaba su rendimiento porque no podía hacer valer su derroche físico en largas carreras copando la mayoría del terreno de juego, su gran virtud.

Pedro Escartín (colegiado, seleccionador nacional y periodista) llegó a escribir sobre él que era comparable a Di Stéfano y que fue uno de los mejores jugadores de la historia del Real Madrid. Al propio René le parecieron excesivos los halagos; “... yo creo que simplemente fui un buen jugador con una gran capacidad física que me facilitaba sobresalir más que otros.”
En 1917 fue a jugar al Real Irún, pero el Real Madrid le honró con la insignia de oro y brillantes del Club. “Mi experiencia me sirvió para aconsejar a jugadores de la talla de los hermanos Regueiro, Errázquin, Echeveste, Sagarzazu, Gamborena y otros.” En 1918 ganó la Copa de España con el conjunto guipuzcoano, derrotando a su ex-equipo, el Real Madrid, por 2-0. El título lo revalidó en los años 1924 y 1927. Antes, en 1917, levantó el entorchado con el Madrid CF, como se llamaba por aquel entonces nuestro Glorioso equipo, tras ganar 2-1 al Arenas de Guecho en la final. La eliminatoria más complicada fueron las semifinales, contra el España de Barcelona. En el partido de vuelta, en tierras catalanas, hubo escándalo arbitral con agresión incluida al colegiado.

Su vida se apagó en el año 1989 en Fuenterrabía (Guipúzcoa). Pocos años antes de fallecer aseguró que se sentía seguidor de nuestro equipo y que los recuerdos de su paso por el Real Madrid son imborrables. De los compañeros que tuvo recordaba especialmente a Santiago Bernabéu, Teus, Barrena y Aranguren. Se le llegó a calificar de maestro de maestros pero él concluyó “no acepto ese sobrenombre, aunque estoy muy agradecido a la crítica y al Real Madrid”.