Si hay que pisarles, se les pisa

El Bayern, junto a la Juventus, representan más allá de las fronteras lo que el Atleti o el Barza en territorio nacional (salvando las distancias. Por establecer una comparativa). Es un equipo que despierta mi antipatía hasta puntos insospechados y con los que me duele especialmente perder cuando se da el caso. Hoy es el hueso más duro de roer en Europa junto con el Barza y nosotros. Les veo como única alternativa. Y me pone mucho tener que enfrentarnos a ellos.


En la historia reciente se podría decir que los resultados son alternativos. Les eliminamos en el 2000. Nos eliminan en el 2001. Les devolvemos la moneda en el 2002 y nos dejaron fuera, de forma sospechosa, tras pasar por el Allianz el año que Don Fabio Capello (me pongo en pie) estaba en nuestro banquillo. Hablamos del 2007.

Los enfrentamientos con los bávaros trajeron consecuencias más allá del terreno de juego, lo que alimentó una rivalidad que, particularmente, no está cerrada. Ya en los 80 se vivió un encuentro caliente, que apeó a los nuestros y significó el cierre del campo en la eliminatoria contra el Nápoles la temporada siguiente. Los alemanes, aparte de por un conjunto rocoso, son conocidos por lo suelta que tienen la lengua. Imposible olvidar la cantidad de sandeces que vomitaron en la previa de la vuelta del año 2002, tras caer 2-1 en Múnich, cuando se jugaba en el Olímpico. Vino bien, supo mejor la remontada tras un partido épico, bajo la lluvia, cuyo gol se resistía. Pero un Bernabéu que empujaba como no se recordaba, y no se ha vuelto a ver, ayudó a que Helguera llegase en una estirada imposible al segundo palo, que sirvió para poner la eliminatoria a favor. Guti redondeó la faena unos instantes después. Una de las imágenes que quedará en la mente de los que vivimos aquello fue la de Raúl preguntándole a Salihamidzic que a ver quién necesitaba dodotis.

Para concluir, unas anécdotas dedicadas a los supersticiosos y amantes de las casualidades. La última vez que eliminamos al Bayern nos enfrentamos al Barza en la siguiente ronda. Les vencimos. La última vez que jugamos en Alemania, el mencionado año de Capello, lo hicimos tres días antes de ir al Camp Nou. En Barcelona empatamos un partido que debimos ganar, pero que nos dio la moral suficiente para acabar ganando la Liga. Cuando eliminamos al Bayern en el 2000, jugamos una final española contra el Valencia. Vencimos. La última vez que eliminamos al Bayern, lo hacíamos a la par al que defendía la Corona europea. Nos proclamamos campeones. En el 98 dejamos fuera al B. Dortmund, que defendía título. Fuimos campeones. En el 2000 ¿recordáis el taconazo de Redondo? Fue ante el campeón de la edición anterior. ¡Campeones! Siempre que eliminamos a un equipo alemán, en la historia reciente, fuimos campeones.

¡SIN PIEDAD!

Foto cortesía de Última Bandera.