viernes, 3 de mayo de 2013

La Cuarta Copa de Europa 1967-68

Frente al Maccabi Tel-Aviv en el
partido disputado en el pabellón blanco.
Pedro Ferrándiz no solía dejar escapar viajes a EE.UU. en busca de jugadores que cruzasen el charco con él.  Era el turno del mítico jugador Wayne Brabender Cole. Llegado de la Universidad de Minnesota  al principio no fue muy bien acogido, pero acabaría siendo estandarte del conjunto blanco y de la selección tras su nacionalización española. En esta ocasión, 1967-68, solo actuó en la Copa de Europa por la aún vigente prohibición de participación extranjera en la Liga. McIntyre causó baja y Miles Aiken se quedó como segundo foráneo de la plantilla, siendo el resto todo jugadores nacionales.
 
Tal vez fue el 11 de abril de 1968 uno de los días más importantes en la historia del Real Madrid Club de Fútbol. El conjunto blanco de baloncesto se alzaba con la cuarta Copa de Europa, lo que le convertía en el club más laureado del continente, siéndolo a la par en fútbol y baloncesto. Desde entonces, el Real Madrid, no ha cedido su primer puesto continental en ambas secciones, aumentando en diferentes épocas su hegemonía hasta seguir manteniendo su estatus a día de hoy con 9 Copas de Europa en fútbol y 8 en baloncesto.
Para conseguir tal gesta, primero hubo que viajar a Edimburgo para ganar al Boroughmuir. También hubo que lidiar con el Maccabi Tel-Aviv.  De su grupo el Madrid se clasificó junto al Spartak de Brno, mientras que en la otra liguilla de cuartos hicieron lo propio el Simmenthal y el KK Zadar, campeón yugoslavo. En este último equipo se encontraban dos de los jugadores más destacados del continente por aquel entonces: Cosic y Djerdja, quienes fueron rivales del RMCF en semifinales.
Tras eliminar al equipo yugoslavo tocaba disputar la gran final en Lyon, donde esperaba el Spartak de Brno. Fue un partidazo, vibrante y emocionante que requirió de la mejor actuación de todos los participantes. El hombre del partido fue Miles Aiken, que sobrepuso con su calidad al revés que recibió el equipo con la lesión de Emiliano Rodríguez. El resultado final fue de 98-95, con un segundo tiempo para enmarcar en la historia europea del baloncesto.
La temporada se redondeó con el título liguero, siendo curioso como el Madrid ganaría en las canchas más complicadas (Juventud, Estudiantes, Kas) para contar por derrotas las visitas a los equipos más modestos (como el Mataró y el Atlético San Sebastián). En la Copa del Generalísimo fueron eliminados en semifinales por el Juventud.

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