Frente al Maccabi Tel-Aviv en el partido disputado en el pabellón blanco. |
Pedro Ferrándiz no solía dejar escapar viajes a EE.UU. en
busca de jugadores que cruzasen el charco con él. Era el turno del mítico jugador Wayne
Brabender Cole. Llegado de la Universidad de Minnesota al principio no fue muy bien acogido, pero
acabaría siendo estandarte del conjunto blanco y de la selección tras su
nacionalización española. En esta ocasión, 1967-68, solo actuó en la Copa de
Europa por la aún vigente prohibición de participación extranjera en la Liga.
McIntyre causó baja y Miles Aiken se quedó como segundo foráneo de la
plantilla, siendo el resto todo jugadores nacionales.
Tal vez fue el 11 de abril de 1968 uno de los días más
importantes en la historia del Real Madrid Club de Fútbol. El conjunto blanco
de baloncesto se alzaba con la cuarta Copa de Europa, lo que le convertía en el
club más laureado del continente, siéndolo a la par en fútbol y baloncesto.
Desde entonces, el Real Madrid, no ha cedido su primer puesto continental en
ambas secciones, aumentando en diferentes épocas su hegemonía hasta seguir
manteniendo su estatus a día de hoy con 9 Copas de Europa en fútbol y 8 en
baloncesto.
Para conseguir tal gesta, primero hubo que viajar a
Edimburgo para ganar al Boroughmuir. También hubo que lidiar con el Maccabi
Tel-Aviv. De su grupo el Madrid se clasificó
junto al Spartak de Brno, mientras que en la otra liguilla de cuartos hicieron
lo propio el Simmenthal y el KK Zadar, campeón yugoslavo. En este último equipo
se encontraban dos de los jugadores más destacados del continente por aquel
entonces: Cosic y Djerdja, quienes fueron rivales del RMCF en semifinales.
Tras eliminar al equipo yugoslavo tocaba disputar la gran
final en Lyon, donde esperaba el Spartak de Brno. Fue un partidazo, vibrante y
emocionante que requirió de la mejor actuación de todos los participantes. El
hombre del partido fue Miles Aiken, que sobrepuso con su calidad al revés que
recibió el equipo con la lesión de Emiliano Rodríguez. El resultado final fue
de 98-95, con un segundo tiempo para enmarcar en la historia europea del
baloncesto.
La temporada se redondeó con el título liguero, siendo
curioso como el Madrid ganaría en las canchas más complicadas (Juventud,
Estudiantes, Kas) para contar por derrotas las visitas a los equipos más
modestos (como el Mataró y el Atlético San Sebastián). En la Copa del
Generalísimo fueron eliminados en semifinales por el Juventud.
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