Se invierten las tornas respecto a años anteriores. La
presente temporada parece que se disfruta en el Palacio de los Deportes y
bostezamos más de lo deseado en el Bernabéu. El equipo de la canasta es
dinámico, fuerte y sobre todo se lo creen. Nos hacen disfrutar en cada partido,
los cuales disputan a KO técnico. Recibimos, pero damos más fuerte. Despertaría
dudas en caso de esperar partidos igualados y de defensas aguerridas, pero ya
se han dado tales circunstancias y la moneda ha caído siempre cara excepto en
el único partido que se perdió en el presente ejercicio, el de Moscú.
En fútbol estamos ahí. Con resultados positivos pero no con
tan buenas sensaciones. Tengo la impresión de que el equipo se encuentra en
fase de construcción, lo cual es extraño en el tercer año de entrenador y
bloque. Es difícil saber qué instrumento desafina. Aquí entra el salsa rosa o
los tertulianos de Punto Pelota: que si Cris está triste, que si Íker es mal
capitán,... En estas líneas vamos a hablar exclusivamente de deporte, que es lo
que realmente me preocupa. Y es que en actitud no creo que existan motivos para
el reproche a nuestros jugadores. Pero se ven una serie de desajustes que a
estas alturas sorprenden. A veces las líneas no acompañan el juego
acompasadamente, como sí sucedía hace unos meses. Puede que venga de las bajas
en defensa, pero ya antes de que llegasen estas, en las primeras jornadas, se
vislumbraban los mismos síntomas.
Quiero pensar que ha sucedido lo contrario que años anteriores.
Físicamente no estamos finos en el primer tercio de competición. Quiero creer
que se pretende invertir la dinámica de campañas pasadas, en el cual se
comenzaba como un tiro y se terminaba arrastrando las botas por el césped.
Sería buena señal de cara a objetivos mayores, siempre y cuando estemos
hablando de una planificación previa y meditada. Desconozco si es así.
Los análisis sobre el primer equipo están coaccionados por
los resultados del Barza. Son de récord, aunque su juego diga otra cosa.
Tampoco los culés están jugando como lo han hecho antes. La diferencia es el
punto de suerte en momentos determinados y ayudas arbitrales en otros. No lo
insinúo, lo digo claramente. El Barza ha sido beneficiado en momentos puntuales
y a lo mejor los ocho puntos ya no serían tantos.
Queda mucho. A estas alturas no se ganan títulos. Lo que hay
que intentar es no perderlos. En Liga no hay más margen de error. Y en Copa de
Europa hay que conseguir estar en la siguiente fase como sea. Es cierto, no es
un grupo de broma en el que quedamos encuadrados. La Copa del Rey hay que
intentar cerrarla antes de navidades sin mayores complicaciones. Ya habrá
tiempo para la agonía.
No ha sido fácil ver en armonía al Real Madrid de Fútbol y
Baloncesto. Hubo aquella excepción en 2007. Pero el presente es tiempo de
disfrutar de los nuestros y de luchar. Esto no ha hecho más que empezar.
Feliz semana a todos y que no os aburra demasiado todo el
circo que comienza en torno al gol de Morata (¡ENORME!), la cantera, Mourinho y
demás frustraciones periodísticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario