Si por algo se recuerda el año 1980, fue por la final disputada entre el Real Madrid y Castilla en la Copa del Rey. No existe precedente en el fútbol español donde primer equipo y filial se disputasen un título. Pero antes hubo que apear a diversos equipos. Por ejemplo, en octavos, el Castilla se cruzó con el Athletic Club de Bilbao, empatando a 0 en la ida en Madrid. La gesta se consumo en el por desgracia derruido San Mamés. 1-2 para el filial madridista.
¡GRANDE CASTILLA!
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