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Si desde que comenzó la temporada, viese los partidos de fútbol sin volumen y después me fuese a una isla desierta y no supiese nada del mundo civilizado, o por civilizar, mi opinión sería la siguiente: mala suerte. Simplemente mala suerte y un estado de forma que deja bastante que desear. Cuando se pongan a tono y metan la mitad de las ocasiones creadas, volverán los sabores del año pasado.

Contra el Valencia hubo 25 minutos en el segundo tiempo muy buenos, que no obtuvieron recompensa por Diego Alves. Con el Getafe se podría haber ido con cuatro goles al descanso, y tan ricamente. El del Sevilla fue tal vez el peor partido, pero también se coqueteó con el gol en un buen puñado de ocasiones. Al Barza se le derrotó en la Supercopa, pero la sensación fue que se les pudo haber goleado ahorrándonos así algún susto al final del partido. Con el City casi se repite la historia. Muy buen primer tiempo. En el segundo se jugó bien pero bajó el nivel físico y ahí llegaron los goles del Manchester. Al final, épica, victoria merecida y noche mágica en el Bernabéu. Yo me fui feliz, no sé otros.

No habría por qué preocuparse y tampoco creo que debamos volvernos locos. Pero sí he visto los partidos con volumen y no puedo huir de los mass media. La sensación que se ha dado es que los malos resultados vienen de algo más que una mala racha. Cristiano metió la pata hasta la coronilla con sus declaraciones. Tampoco nos rasguemos las vestiduras, si está triste, ya sabe donde tiene la puerta. Si sigue motivado, contento y jugando como lo lleva haciendo desde que llegó, ojalá esté mucho tiempo con nosotros.

Puede que haya algo más, esa sensación se desprende. Pero no hagamos caso a la caja de resonancia en la que se han convertido los siempre iluminados periodistas, cada vez que habla Mourinho. El técnico y manager tiene que responder a varias preguntas ¿por qué la renovación de Carvalho y ahora tanto desdén en ambos sentidos? ¿Por qué llega Modric y se da salida a Granero? ¿Por qué este nivel físico? De Kaká no quiero decir nada porque es cierto que la situación es más compleja de lo que parece. Un tipo que costó 65 millones tampoco se puede regalar así como así y parece que ningún árabe le quiere para su equipo de nuevo rico. Pero tampoco vamos a poner al portugués en el madero y a clavarle. Ni mucho menos. Queda toda una temporada por delante y habrá tiempo para volver a ser el mejor equipo del mundo y caer en otras "crisis" unas tres o cuatro veces más.

Como ya estamos en plena vorágine futbolera y comienza este fin de semana la baloncestística con la Supercopa que se disputa en Zaragoza, Tradición 1902 vuelve al lío, que ya habéis disfrutado bastante de las señoritas de ahí abajo.

TRADICIÓN 1902