No hay score ni cuadros ni partidos. Los estadios son demoliciones que se caen a pedazos. Hoy todo pasa en la televisión y en la radio. La falsa excitación de los locutores ¿nunca lo llevó a maliciar que todo es una patraña? El último partido de fútbol se jugó en esta capital el día 24 de junio de 1937. Desde aquel preciso momento, el fútbol, al igual que la vasta gama de los deportes, es un género dramático, a cargo de un solo hombre en una cabina o de actores con camiseta ante la cámara [...]. La excesiva publicidad es la característica de los tiempos modernos.
Crónicas de Bustos Domecq
de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, 1967.
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