Podría sonar a tópico lo
del periodista infiltrado en un grupo violento para contar mil y una escena
morbosas. Pero con sus errores, o dejémoslo en falta de perspectiva, Bill
Buford me ha sorprendido con este libro que trata sobre las andanzas de distintos
grupos hooligans ingleses. Más concretamente del Man. United y la selección
inglesa. Un punto a favor del periodista americano es que siempre que acompaña
a un grupo se identifica como tal. Si bien en algún momento es consciente de
que su integridad corre peligro por la aversión que despierta su profesión, simplemente
la omite para decir que está escribiendo un libro. Lo cual es cierto. A lo que
voy; que no es un cowboy venido del oeste con cámara oculta para acabar
narrando como se acuesta en un coche con una de sus "investigadas".
El libro destaca por dos
cuestiones: la calidad narrativa y la evolución del periodista respecto a los
episodios que vive. Su investigación se inicia con ingenuidad, intentando dar
sentido a las actitudes que se producen a su alrededor. Queriendo crear un
perfil de quien provoca la violencia desatada. Llega a sentirse atraído por las
sensaciones producidas en los altercados de masa, tornándolas incluso en
placenteras por la adrenalina producida. Estas sensaciones se convertirán en
aborrecimiento cuando deja de ver la violencia como un fenómeno de muchedumbre
y pone caras, nombres y apellidos a quienes la producen. Ve hechos concretos
más allá de destrozos de mobiliario urbano que le conducen a dar por concluida
la investigación por saturación.
Evita convencionalismos
como la imagen del violento desarrapado, marginado, en paro y de barrio
periférico. Conoce todo tipo de perfiles que se igualan entre sí cuando se
juntan en torno a un estadio. Sí es curioso que solo se fija en el hooligan
fascista, dedicando un capítulo a una fiesta del National Front y
usándolo como referente en distintas situaciones. Esto da a entender que no
existe otro perfil político en la violencia hooligan, lo cual es equivocado.
El viaje de los seguidores del Manchester a Turín en la Recopa del 84.
Distintas andanzas dentro de las islas británicas. La mencionada fiesta del National
Front. La Eurocopa de Alemania 88. Y finalmente el Mundial de Italia 90. En
estos escenarios se desenvolvió Bill Buford para plasmar su experiencia en esta
obra, recomendable para el que guste del mundo de las gradas o aspectos
sociológicos ligados al fútbol y el deporte en general.
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