jueves, 13 de agosto de 2015

¡Empieza la Liga!



Real Madrid - Valencia. Primera jornada de Liga de la temporada 1978-79. Primer partido del equipo tras el fallecimiento de Don Santiago Bernabéu.

Resultado 2-1. Goles de Pirri, Stielike y Arias.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Otra vez el Sevilla. Otra vez miércoles.

Otra vez el Sevilla. Otra vez miércoles. Y es que estos dos equipos parecen destinados a enfrentarse entre semana en Liga. El año pasado fue así tanto en la ida como en la vuelta. Resultado dispar para nosotros. Del escandaloso 7-3 en Chamartín a empezar a perder la Liga con el 2-1 en contra del Pizjuán (continuamos perdiéndola un 7 de mayo, también miércoles, en Valladolid). Quizá fue en esa derrota en Nervión donde Rakitic, con un partido soberbio y una jugada espectacular en el segundo tanto hispalense, empezó a escribir su historia como blaugrana.

Los fines de semana también dejan buenos recuerdos contra los andaluces. Dos remontadas épicas: una la segunda temporada de Capello con Guti en su mejor versión;  en 2010 levantando un 0-2 en contra con Van den Vaart arrastrándose en la línea de gol para empujar el balón a la red en el último minuto; y como olvidar a Mikel Lasa y su gol "desde casa" en 1995.

Pero volvamos a los miércoles. Si  hay un día que recuerdo especialmente contra el Sevilla fue el 16 de abril de 1997.  Llegábamos líderes con siete puntos de ventaja al Barcelona, segundo clasificado. El Sevilla colista. Era miércoles y ninguno de mis acompañantes habituales al Bernabéu podían acudir.  Por mi tierna edad mi madre comiéndome la cabeza para que no fuese yo solo y así quedarse ella más tranquila. Al volver de clase le dije que no se preocupase, lo vería en casa (lo daba Canal+). Respiró. Pero la hora del partido se fue acercando. Esa cosa que solo sentimos los que acudimos a los estadios y que el resto de la humanidad no comprende empezó a amargarme la tarde desde las entrañas; por la ventana de mi habitación se vislumbraba otro atardecer primaveral de esos que solo la capital sabe regalar. Saltó el resorte en mi cabeza y pegué un brinco desde mi cama, o cerré el libro con el que estudiaba, o yo qué sé lo que hice, que hace mucho y no me acuerdo. Pero sí recuerdo que me enfundé la camiseta blanca, preparé el bocata (fue en ese instante cuando mi madre apareció preguntando que qué hacía, aunque realmente conocía la respuesta) y línea 6 hasta Nuevos Ministerios.

Qué alivio cuando pisé el cemento que por aquel entonces cubría el Fondo Sur. Noté por un lado que las vísceras volvían a su sitio y por la columna el contradictorio hormigueo que producía el imponente Estadio Santiago Bernabéu. Por mucho que fuese, por muchos años que llevase de abonado, esa sensación de ser la primera vez que ibas se mantenía. Y me encantaba. Y odio haberla perdido de un tiempo a esta parte. Una puta droga, joder.

Empezaba un partido que no se esperaba excesivamente complicado. Minuto 1 gol de Jose Mari. Bueno, tocaba remontar otra vez. No suponía mayores problemas, esa temporada fue habitual levantar 0-1 en casa.  Suena el marcador; alguien con transistor ya nos había anunciado lo que mostraba el luminoso. Minuto 5 en Zorrilla y gol de Ronaldo. ¡Ejem! Lógico que ganen, por otro lado. El Valladolid estaba haciendo buena temporada (sexto en la clasificación), pero no íbamos a pedirles nada. Lo que teníamos que hacer era ganar nosotros. La cuestión estribaba en que lo peor no era ir perdiendo contra el colista. Más bien que el equipo no creaba. No llegaban las ocasiones. Falso, sí llegaban, pero de  los que vestían de rojo ese día. Y tuvo sus consecuencias. Minuto 20, el centrocampista holandés Tarik Oulida hizo que nos mirásemos unos a otros resoplando, jurando en arameo, gestos de resignación,... 0-2 en el marcador y el Barza que se ponía a 4 puntos.

Las tres próximas salidas eran Valencia, Barcelona y San Mamés. Todo esto cuando veníamos de ganar 0-2 en Las Gaunas, sí, pero después de empatar con el Compostela en casa y el Tenerife fuera. La temporada se podía hacer larga. Tan larga como se me estaba haciendo a mí la primera parte del partido. Recuerdo perfectamente cuando volvió a sonar el marcador y ponía ' Gol en Zorrilla'. ¡Mierda! espeté.  Que nadie dijese nada, cuando había mil transistores a mi alrededor me hizo temer lo peor. Que el run-run típico en esas situaciones no se diese me hizo verlo claro. Gol del Barça... ¡Pues no! Fernando ponía tablas en el minuto 30. No se celebró mucho ya que lo visto en nuestro terreno de juego no era muy halagüeño que digamos. El equipo lo intentaba pero no podía. Remaba pero no avanzaba. Pases imprecisos, nervios, impotencia.  El público con un silencio tenso y algún tímido pito contagiaba (o se contagiaba, a saber) a los jugadores. Era el minuto 46 del primer tiempo, todos veíamos que levantar un 0-2 en 45 minutos era complicado, cuando en una jugada típica de aquella noche, acelerada y a trompicones, acabó en un gol al que nos aferramos todos como si fuese un salvavidas en medio del Pacífico. Zé Roberto a Raúl que está en la frontal (en fuera de juego, digámoslo todo), el 7 prolonga de tacón dejando el balón dentro del área, Seedorf le gana la posición a Prieto y la ajusta al primer palo haciendo imposible la estirada de Unzué. Ya llueve menos.


Ánimos renovados al comenzar el segundo tiempo. Minuto 1 de juego y esta vez sí que se oyó el rumor. Más que el rumor el estruendo antes de que lo anunciase el marcador. Víctor adelantaba al Valladolid. El Bernabéu empezó a empujar como solo el sabía hacerlo. De tenerles a cuatro puntos podíamos ponerles a diez. 14 minutos tardó Raúl (¡asistencia de Sanchís!) en empatar el partido. Pero no era suficiente. El gol del Barza podía caer en cualquier momento y teníamos que ganar. Encerramos al Sevilla en su área que dio algún leve susto a la contra, mas el campo estaba inclinado en una sola dirección. Aunque se resistía  el tercero. En el 77 de nuevo celebración que se empieza a extenderse como una ola. Otra vez Víctor en Pucela para hacer ya imposible la victoria culé. Ganar suponía media Liga y en cada ocasión vibraban los cimientos de Chamartín. Fue en el 83 cuando la catarsis se adueñó de los espectadores del Colisevm Blanco. Hierro establecía el 3-2 y nos llevaba a otra de esas remontadas épicas marca de la casa. El resultado se redondeó con el gol de Mijatovic en el 89. De forma tímida, sí, pero fue aquí cuando se coreó por primera vez el ¡campeones, campeones! aquel año, cuya máxima expresión se alcanzó con el 3-1 al Atleti unas semanas después. 

lunes, 26 de enero de 2015

Israel en Europa

Seguro que mucha gente duda si por la calle se le pregunta en qué continente se encuentra Israel. Muchos pensarán en las áridas tierras que se ven habitualmente en las noticias y lo ubicarán rápido; pero si les hablas de deporte y les despistas con el amarillo del Maccabi no serían pocos los que responderían que está en Europa. Se ve con total normalidad que Israel participe en competiciones europeas. No solo deportivas, también participan en Eurovisión. El recelo mutuo que tiene con los países vecinos hace que el Estado israelí mire más a Europa que a su entorno.

¿Por qué juega el Real Madrid esta semana en La Mano de Elías? La respuesta es conocida por todos, pero ¿desde cuándo la Federación de Baloncesto de Israel pertenece a FIBA Europa? Realmente la respuesta es muy sencilla, ya que el baloncesto israelí se incorporó rápidamente a la estructura y competiciones europeas. No fue así en el caso de la federación de fútbol.

La FIBA se fundo en 1932 con 8 países miembros: Argentina, Letonia, Grecia, Italia, Portugal, Rumanía, Checoslovaquia y Suiza. Por otro lado, lo que hoy es la Federación Israelí de Baloncesto se fundó en 1934. Si bien en su día era la Federación Palestina de Baloncesto, tornándose en israelí tras los cambios acaecidos después de la II Guerra Mundial y que no vamos a entrar a analizar ahora. La Federación se incorporó a la FIBA en 1938 y entró en FIBA Europa en 1954. El caso de la Federación de Fútbol fue más rocambolesco. Fundada en 1928 como Asociación de Fútbol de Palestina, entró en la FIFA en 1929. En 1956, ya como Asociación de Fútbol de Israel, fue aceptada por la AFC (Confederación Asiática de Fútbol). Esto no sentó bien en los países musulmanes del entorno, cuyas tensiones políticas con el Estado de Israel iban en aumento. Al final los países árabes y musulmanes se negaron a jugar contra Israel y la AFC expulsó a la federación israelí. Estuvieron 20 años sin asociarse con federación alguna jugando alternativamente en competiciones de la UEFA y la OFC (Confederación de Fútbol de Ocenía). Sería finalmente la asociación europea quien admitiría a los israelíes en 1991, pasando a disputar las competiciones organizadas por la UEFA tanto a nivel de clubes como de selecciones.

Pero volvamos al baloncesto. Concretamente al rival del jueves, el Maccabi de Tel Aviv. Que el viaje de la federación de baloncesto fuese más suave que su homóloga en fútbol, no libra de tensiones la participación maccabea en el viejo continente. En 1958 disputó por primera vez la Copa de Europa. Fue casi dos décadas después, en 1977, cuando lograron su primer título continental. En la final del Belgrado derrotaron al Mobilgirgi Varese por 78-77. Pero aquel título se recuerda más por lo sucedido en semifinales, donde derrotaron al CSKA de Moscú. Al prestigio de los equipos soviéticos, solo contestado por el Real Madrid y algún equipo italiano, se añadió que los moscovitas se negaron a jugar en Tel Aviv. Hay que añadir el componente político; la URSS apoyó a los enemigos israelíes en las guerras árabe-isrelíes. El partido se disputó en Bruselas y la victoria sobre los moscovitas fue vista como una venganza de mencionadas tensiones políticas. No fue la única vez que Bruselas acogería encuentros entre ambos equipos. Ni el Maccabi pisaba suelo soviético ni el CSKA territorio judío. No fue hasta el 12 de enero de 1989 cuando jugaron su primer partido en la URSS.


También en 1991 la FIBA advirtió a la federación de Israel que sus equipos debían jugar la competición continental en suelo neutral. Fue fruto de las escalada de tensión que se vivió en el Golfo Pérsico, donde Irak amenazó directamente a Israel en caso de que estallase el conflicto bélico. La FIBA adoptó esta decisión por las quejas recibidas de los clubes de Grecia, Italia, la RFA y España. El CAI Zaragoza disputaba la Recopa y se tenía que enfrentar el día 22 de enero al Hapoel Galil Elion. El Barza tendría que viajar a Tel Aviv en marzo para jugar contra el Maccabi, pero no se quejó formalmente a la FIBA esperando la resolución de ésta. De nuevo sonaba Bruelas como sede, pero el encuentro del CAI se acabó aplazando y el Barcelona sí viajó a Tel Aviv.  

jueves, 22 de enero de 2015

PAO-RMCF 1963

Juan Carlos y Sofía posando con los jugadores del PAO
 Esta noche se enfrentan dos de los equipos más laureados del continente. Es un choque de trenes entre dos potencias del baloncesto europeo. Pero no siempre fue así. La primera vez que se enfrentaron ambos equipos fue el 20 de enero de 1963 en la ida de octavos de final de la Copa de Europa. El partido fue un acontecimiento en Atenas. El Real Madrid era uno de los equipos del momento, subcampeón de Europa por aquella fecha. Hubo otro aliciente que hizo que el club y la ciudad se volcasen con el evento y fue el anuncio de los príncipes de España, Juan Carlos y Sofía, de que asistirían al encuentro. El PAO lo vio como una gran oportunidad para darse publicidad más allá de las fronteras helenas. Realizaron obras en las gradas para intentar acoger más público y acondicionar el palco de autoridades para impresionar a la visita Real. Los príncipes fueron acompañados por Gonzalo Puente Ojea, encargado de Negocios de España.

6000 almas abarrotaron el pabellón y tras el protocolo pertinente (los capitanes presentaron a los jugadores de sus respectivos equipos a los príncipes) comenzó el partido. Sobre la cancha la diferencia entre ambos conjuntos se acabó notando en el marcador. En Grecia estaba prohibido fichar jugadores extranjeros mientras que el Real Madrid ya contaba con americanos en sus filas: Luyk y Burgess. El marcador reflejaba un 34-50 inapelable al descanso a favor del RMCF. Esto hizo que en la reanudación el Madrid se relajase y el conjunto heleno se llegó a poner a 6 puntos (53-59), pero Sevillano, Emiliano Rodríguez y los dos americanos subieron las revoluciones para desactivar al Panathinaikos. Haciendo gala de orgullo, los griegos quisieron evitar a toda costa que el Madrid alcanzase los 100 puntos. El resultado final fue 73-97.

El máximo anotador de los griegos fue Panayotarakos con 24 tantos; pero los jugadores más destacados fueron Liamis y Tamoulais. Ambos anotaron 17 puntos. Por parte madridista Emiliano 27 puntos; Sevillano 25; Burgess 15; Luyk 13; Sáinz 7; y Descutin 10. El partido de vuelta se disputó en la capital de España 6 de febrero y de nuevo se impuso el Real Madrid por 90-60.
Programa del partido

miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡FELIZ 2015!


Ojalá sigamos cosechando títulos en el nuevo año. 
Pero sobre todo que recuperemos la identidad y valores del Club. Es un trabajo de fondo. A largo plazo. Pero sería la mayor de las conquistas; inculcar a las nuevas generaciones de madridistas los valores e identidad que nos hizo sentir orgullosos cuando apenas levantábamos dos palmos del suelo en su día y que hoy añoramos.

Ese Madrid de bandera blanca impoluta y banda morada en el Escudo podremos recordarlo con tristeza, pero jamás con resignación.

¡RESISTENCIA MADRIDISTA!
¡HALA MADRID!

FELIZ 2015

viernes, 26 de diciembre de 2014

Campeones en el 'Camp Nou'



Final Copa del Generalísimo de 1970. 'Camp Nou': Real Madrid 3-1 Valencia. 

Como curiosidad, en el minuto 1:25 se ve claramente como los veteranos del Barza protestan contra el Régimen con gestos de desprecio hacia Franco. Está claro que el equipo de la dictadura siempre fuimos nosotros, de ahí tanta gloria.

lunes, 1 de diciembre de 2014

sábado, 15 de noviembre de 2014

Adiós al fútbol

Fútbol y literatura se vuelven a dar la mano gracias a Velerio Magrelli. Italiano nacido en Roma, es traductor, poeta y ensayista además de profesor de Literatura francesa en las Universidades de Cassino y Pissa. Fanático del deporte rey, nos narra sus experiencias desde tres puntos de vista: el del aficionado, desde que era crío hasta el presente; cuando se calza las botas para jugar; y a través de su retoño, cuya 'pasión' a través de la Play Station le cuesta comprender. Sirva también como crítica a los 'nuevos futboleros' que se están creando hoy en día. 

Acostumbro a coger este tipo de libros con suma cautela, sobre todo porque el "fútbol literario" comencé a leerlo hace unos años a través de autores sudamericanos y pasaba del entretenimiento a la sensación de comerme un bocadillo de polvorones en el desierto. La extensión de la obra, el formato y que sea un estilo más europeo, hace de Adiós al fútbol una obra entretenida para pasar la tarde.

Addio a calcio, del 2010, se publicó en castellano a través de la editorial aragonesa Xordica en octubre del pasado 2013. En la portada de la edición española aparecen los que fueran jugadores del Zaragoza a mediados de los 70:  José Luis Violeta y Saturnino Arrúa.

Sinopsis:

El protagonista de Adiós al fútbol cuenta en noventa textos, uno por minuto, como si fueran los dos tiempos de un emocionante partido, su personal universo futbolístico, lleno de inteligentes y divertidas reflexiones, en el que caben Maradona, Borges y Bioy Casares, la Play Station, Mallarmé, los futbolines (y su eterna polémica sobre quién los inventó), el Dinamo de Moscú, el Inter o la Roma, y el lector acaba atrapado por esa pasión por el fútbol, considerado como un género dramático. No faltan agudas observaciones sobre su repercusión mediática, sobre esos jugadores legendarios que acaban, como juguetes rotos, trabajando de vigilantes en piscinas municipales, o sobre la inconveniencia de que los héroes, es decir los futbolistas, visiten las peñas de sus equipos, pues debe mantenerse a toda costa la distancia entre los sacerdotes del rito y los feligreses.
La gran literatura discurre por todos y cada uno de los noventa minutos de este disputado partido, de este festín de goles, palabras y balones con el que todos los buenos aficionados al fútbol y a la literatura se darán un enorme atracón.

lunes, 20 de octubre de 2014

España 2001: El Mundial que no fue

La historia del Mundial de Clubes es una historia de despropósitos hasta que se dio con la tecla por formato y fechas. Bueno, se dio con la tecla es un decir... Son muchas las voces críticas por aquello de que unos equipos deban de jugar más rondas que otros y la disparidad de fuerzas entre clubes. Pero lo cierto es que tal y como se disputa ahora es del modo que menos molesta a los grandes clubes y grandes federaciones. Hablo sobre todo de la zona UEFA y CONMEBOL.

Ya suscitó serias reticencias el Mundial organizado en el año 2000 en Brasil. En aquel momento le tocó convivir con la desaparecida Copa Intercontinental. Brasil 2000 sonaba a prueba piloto y se notó quien se tomaba en serio de verdad ese torneo. El Manchester y Real Madrid (quien incluso se saltó una ronda de Copa del Rey para poder participar), grandes favoritos, cayeron eliminados en la primera fase. Los ingleses fueron terceros y el Madrid segundo, lo que le dio derecho a jugar el tercer y cuarto puesto en Maracaná (el de verdad, antes de la remodelación). Fuimos cuartos tras perder en los penaltis contra el Necaxa mexicano.

No voy a negar que un torneo de estas características y bien organizado sería de mi agrado, pero la prueba de que fue improvisado y mal gestionado es lo sucedido en España 2001. Supuestamente ésta iba a ser la segunda edición del Mundial de Clubes y su asentamiento definitivo, ya que el número de participantes se ampliaría de 8 a 12. Pero en un calendario ya de por sí cargado, era complicado encajar una competición de estas características. (recordemos que por aquel entonces la Copa de Europa se disputaba con dos liguillas de grupos antes de pasar a cuartos de final, lo que dejaba pocas fechas libres).

Todo estaba listo para el Mundial de Clubes España 2001. Las sedes serían Riazor, San Lázaro, el Vicente Calderón y el Estadio Santiago Bernabéu. Las fechas del 28 de julio al 12 de agosto. Los equipos participantes serían los siguientes:

Real Madrid, campeón de la Liga de Campeones de Europa (2000)
Galatasaray de Turquía, campeón de la Supercopa de Europa (2000)
Palmeiras, campeón de la Copa Libertadores de América (1999)
Boca Juniors, campeón de la Copa Libertadores de América (2000)
Los Ángeles Galaxy de EEUU, campeón de la Copa de Campeones de la CONCACAF (2000)
Deportivo Olimpia de Honduras, subcampeón de la Copa de Campeones de la CONCACAF (2000)
Júbilo Iwata de Japón, campeón de la Supercopa de Asia (1999)
Al-Hilal de Arabia Saudita, campeón de la Supercopa de Asia (2000)
Heats of Oak de Ghana, campeón de la Liga de Campeones de la Confederación Africana Fútbol (2000)
Zamalek de Egipto, campeón de la Recopa Africana (2000)
Wollongong Wolves de Australia, campeón de la Liga de Campeones de la OFC (2001)
Deportivo La Coruña, invitado por ser campeón de la Liga española (1999-00)

También se llegó a realizar el sorteo de la fase de grupos la primera semana de marzo en el Palacio de Congresos de La Coruña. Los encargados de sacar las bolas fueron José Antonio Camacho, Andoni Zubizarreta, Amancio Amaro, Jorge Valdano y César Sampaio, ante las miradas de los representantes de los clubes participantes. Como anécdota señalar que el presentador del sorteo fue Pepe Navarro. Los grupos quedaron así:

GRUPO A: Deportivo de la Coruña, Boca Juniors, Wollongong Wolves y Zamalek.
GRUPO B: Galatasaray, Al-Hilal, Olimpia y Palmeiras.
GRUPO C: Real Madrid, Júbilo Iwata. LA Galaxy y Heats of Oak.

Sorteo en el Palacio de Congresos de La Coruña

El partido inaugural sería el B. Junior - Depor el 28 de julio en Riazor. El grupo A disputaría en Coruña todos sus partidos excepto el Boca W. Wolves del 4 de agosto, que se jugarái en Compostela.
El grupo B jugaría en el Calderón menos el Olimpia - Al-Hilal del 5 de agosto que sería en el Bernabeú.
El grupo C se disputaría en el Bernabéu a excepción del J. Iwata - LA Galaxy del 6 de agosto, que sería a la ribera del Manzanares.

Se hubiesen clasificado los tres primeros de cada grupo más el mejor segundo. Las semifinales estaban planeadas para el 9 de agosto en Riazor y el Bernabéu. El tercer y cuarto puesto y la final serían el mismo día, 12 de agosto, en el Bernabéu.  Además de aumentar el número de participantes y sedes, también serían mayores los premios otorgados, pasando de 5.300 a 7.300 (1.500 para el campeón).

Pero las condiciones y fechas del torneo no terminaban de convencer a algunos clubes. Se dice por los mentideros que fue el Real Madrid quien más se quejó del perfil bajo de los rivales y de que aún estarían en pretemporada y con la plantilla sin confeccionar. Otros clubes también hicieron llegar a la FIFA que no salía rentable económicamente trasladarse para jugar. Otra preocupación de la RFEF, organizadora del torneo, y la FIFA era la afluencia de público a partidos con escaso interés, a lo que hay que añadir que España se encontraba en periodo estival. Intentaron equilibrar este asunto con una política de entradas baratas. En el partido inaugural la entrada más barata sería de 1000 pesetas y la más cara 4000.  En la final también 1000 la más barata y 5000 la más cara. En la liguilla la más cara sería de 3000 pesetas manteniéndose el precio cuando se disputasen dos encuentros consecutivos. También se estuvo estudiando la posibilidad de sacar un abono para acudir a varios encuentros.

El hecho de querer jugar dos partidos consecutivos en el mismo estadio tuvo problemas respecto al Santiago Bernabéu. Los partidos se jugarían a las 19:30 y las 22 horas, por lo que se necesitaban cuatro vestuarios más la sala del árbitro. El Calderón y Riazor tenían salas adicionales que se podían adecuar para tal fin, pero el Bernabéu solo contaba con los vestuarios de local y visitante. El Comité Organizador estaba dispuesto a realizar obras en la casa madridista para solucionar este, otro más, obstáculo.

Tras todos los inconvenientes que se estaba encontrando la FIFA, el golpe de gracia llegó cuando ISL Worldwide se declaró en bancarrota. Esta empresa era el principal patrocinador de marketing de la Federación Internacional, lo que ya hizo inútiles todos los esfuerzos por sacar adelante un campeonato introducido con calzador. En mayo se propuso que el Mundial se aplazase al 2003, pero la idea se desechó de inmediato por las partes implicadas. No sería ya hasta el 2005, en Japón y con el formato actual, cuando se jugase el Mundial que vino a sustituir definitivamente a la Copa Intercontinental. 
Cuadro del sorteo.

lunes, 13 de octubre de 2014

José María Castell


José María Castell fue una de las figuras más importantes  de nuestro Club a principios y mediados del siglo pasado. Jugador, directivo, arquitecto,... Vamos a reseñar cada una de las funciones que desempeñó en la entidad.

Fue jugador durante los primeros años de vida del Real Madrid, antes incluso de que el rey Alfonso XIII concediese el título de 'Real'. Lo más llamativo es que con solo dieciséis años ya era capitán-entrenador. Esta figura se entiende dentro del contexto de la época, donde los jugadores eran amateurs y no existía el entrenador tal como lo conocemos a día de hoy. Era el capitán quien dictaba las tácticas a seguir y quien debía de conformar las alineaciones. Castell actuaba de medio centro o de medio ala, coincidiendo en el tiempo con jugadores de la talla de René Petit, los hermanos Bernabéu, Teus, Soto Aranguren y Sansinenea. Se retiró con veintiséis años, asegurando que ya estaba viejo para seguir jugando al fútbol. Pero su vinculación con el RMCF se mantenía intacta. 

Castell disputa el balón al borde del área.

Además de por su destreza en el terreno de juego, también se le recuerda por la construcción de los mismos, ya que fue el arquitecto el viejo Chamartín. Otras obras destacadas fue el estadio del Metropolitano y la ampliación del edificio ACB situado en la Catellana. Durante la construcción del viejo Chamartín, pasaba muchas horas a pie de obra sin perder detalle. En una ocasión se presentó Alfonso XIII a verlas. Buscaba quien le dirigiese durante el paseo por la construcción y fue el mismo Castell, asegurándose bastante nervioso, quien dio las respectivas explicaciones al monarca. El rey felicitó al arquitecto por su labor, inicidiándose así ciertas relaciones con la familia real. 

Otras facetas que desempeñó en el Club fueron las de directivo en los años cuarenta, donde acompañaba al equipo en la mayoría de los desplazamientos por Europa; miembro del Comité de Competición en los cincuenta; y coordinador de las peñas. También perteneció a la Federación Castellana de Fútbol, siendo el tesorero de la misma. Por esta función fue condecorado con la medalla del mérito de dicha Federación. 

A todo esto, hay que añadir que fue el socio número uno hasta que falleció a principios de los ochenta. Dicho carné lo adquirió tras la muerte de un amigo suyo, el general Meléndez (presidente del Madrid de 1908 a 1916 y de 1939 a 1940). A Castell fueron a darle la enhorabuena tras entregarle el carné con su nuevo número y aseguró que no podría estar contento por su nueva condición ya que era consecuencia del fallecimiento de un gran amigo. Como curiosidad señalar que Don Santiago Bernabéu por aquel entonces poseía el carné número 12. 

Castell estrecha la mano a Miguel Muñoz.